El popular River Plate es sin dudas un negocio rendodo. Meterse con ese monstruo que cuenta con una millonada de hinchas no es nada fácil, o puede llegar a ser un mal negocio. La eliminación de la Copa Libertadores de América en manos de su compatriota Vélez Sarsfield enardeció a las grandes cadenas (ESPN, Grupo Clarín) quienes con total descaro consideraron la clasificación velezana como un despojo por el gol anulado.
Trataron el tema del tanto desapercibido por el VAR como si fuese el gol de la clasificación y no se tomaron el tiempo de contar que en verdad esa conquista posibilitaría los penales en caso del encuentro concluir 1-0 para los de Marcelo Gallardo.
Preso debería estar el responsable de TyC Sports y el encargado de titular «Un nuevo robo a River de la Conmebol», por tomar partido y despacharse con un vergonzoso calificativo que en un país musulmán les valdría varios latigazos.
Con todo descaro Leonardo Farinella, lleno de impunidad, indicó que «La Conmebol decidió eliminar a River con un arbitraje bochornoso».
El Día de La Plata, por su lado fue un poco más suave: «Vélez y el VAR dejaron afuera a River de la Copa Libertadores».
Cero objetividad a la hora de informar correctamente. Dejan todo en lo hipetético pero cuando sucedió que River, gracias al VAR en 2018, dejó afuera de Independiente de manera injusta, ningún medio se escandalizó sino que miraron para el costado y rápidamente cambiaron de tema.
Lo cierto es que River y Boca quedaron afuera de la Libertadores, dejando sin la posibilidad de ganar grandes sumas de dinero a las cadenas de televisión porque esa audiciencia que sin dudas llega y pasa los 30 millones de aficionados, no consumirá sus productos.