El gambiano Manneh, un refugiado goleador en Alemania

Sábado 15 de octubre por la noche. Weserstadion de Breme. Minuto 58 del Werder Bremen contra el Bayer Leverkusen. El marcador muestra empate a uno tras adelantarse los locales y empatar poco después el Bayer. En un tiro franco ensayado desde el costado derecho, el balón llega raso al punto de penal y allí lo engancha a la primera un joven y espigado delantero. Un gol que vale tres puntos y que su autor celebró como si le fuera la vida en ello.

Es un gol más de un partido más de la Bundesliga alemana y a la vez es un símbolo para cientos de miles de personas, muchas de las cuales ni siquiera son aficionadas al fútbol. Porque ese gol lo marcó el sábado Ousman Manneh, un joven gambiano de 19 años que hace dos años atravesó el Mediterráneo en un gomón para buscar una nueva vida en Alemania y que vive como refugiado en la primera potencia europea. Como más de un millón de personas después de que en 2015 llegaran 890.000.

“Es el momento más importante de mi vida”, dijo Manneh a las cámaras del club tras el partido mientras se le caían las lágrimas. “Siempre quise ser futbolista, es un sueño hecho realidad. Me cuesta describir mis sentimientos. Estoy orgulloso de ser el primer gambiano que ha jugado cuatro partidos en la Bundesliga y el primer que marca un gol”.

Ousman Manneh atravesó media África para llegar desde su Gambia natal hasta Libia, donde hace dos años se embarcó en un gomón con apenas 17 años. Como cientos de miles de otros que huyen de las guerras –Sudán, Sudán del Sur, Somalia, República Centroafricana-, el terrorismo –Mali, Nigeria…- o de varias de las dictaduras más represivas del planeta –Eritrea, Gambia…-. Uno de esos desesperados de la tierra que cada día son salvados del mar principalmente por guardacostas italianos o buques fletados por ongs. Manneh llegó en 2014 y todavía menor de edad a una Alemania que estaba a punto de recibir un éxodo de cientos de miles de refugiados –principalmente sirios, afganos, iraquíes y eritreos, pero también africanos que atravesaban Europa desde Italia tras cruzar el Mediterráneo-. Vivió en un centro de acogida. Y ahí comenzó a hacer realidad su sueño.

Los primeros en ver que aquel joven tenía madera de futbolista grande fueron los responsables de un equipo de la 5ª división alemana, el Blumenthaler  SV, de un barrio de las afueras de la ciudad de Breme, muy cerca del centro donde dormía Manneh.

Las voces corren rápido en el ambiente del fútbol semi-profesional de la ciudad del noroccidente alemán y en marzo de 2015 el Werder Bremen le firma su primer contrato profesional cuando Manneh acaba de cumplir 18 años. Ya se habían interesado por él varios clubes, entre ellos potencias como el Schalke 04 o el Wolfsburg.

Va al equipo reserva –donde juegan los menores de 23 años que no han dado al salto al primer equipo- y la rompe. En los 11 partidos que restan hasta el final de temporada marca 15 goles. Tras hacer la pretemporada en el equipo B, parece que Manneh seguirá en el B, pero un despido la abre la puerta del primer equipo.

El inicio de temporada del Werder Bremen es desastroso y la directiva despide al DT Viktor Skripnik y pone en su lugar al hombre que llevaba hasta entonces el equipo B, Alexandre Nouri, quien decide inmediatamente subir a Manneh al primer equipo y así le abre la puerta de la Bundesliga.

Nouri dijo el sábado en la conferencia de prensa tras el partido que Manneh progresa porque “ha trabajado muy duro estos años” y que “la vida no le ha hecho ningún regalo”. Manneh no se contenta con lo alcanzado: “mi sueño ahora es ser un gran goleador como Robert Lewandowski o Aubameyang”, los puntas del Bayern Múnich y el Borussia Dortmund.

Manneh, que ya se defiende hablando alemán, es una alegría para una Alemania que necesita integrar rápidamente a más de un millón de refugiados. Como la joven Yusra Mardini que se convirtió en una estrella en los Juegos de Río del pasado agosto cuando pudo participar en natación o como los dos refugiados sirios que detuvieron y entregaron a la Policía a un yihadista que supuestamente planeaba un atentado contra uno de los aeropuertos de Berlín.

Fuente: Clarín y Sporting Africa

Diego Martín Yamus.
diegoanita@hotmail.com.ar

@lostribuneros

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