El histórico Girondins de Burdeos dice adiós al fútbol profesional al quedar hundido en un mar de deudas. Da fundamentos a quienes se oponen a la presión de Javier Milei, presidente de Argentina, por imponer las SAD.
En una noticia que sacudió al mundo del fútbol francés, el Girondins de Burdeos, uno de los clubes más tradicionales del país, anunció su quiebra y el consiguiente descenso a las categorías amateur. Fundado en 1881, el club ha sido una institución emblemática en Francia, pero la acumulación de deudas, que rondan los 42 millones de euros, lo ha llevado al borde del abismo.
La decisión de la Dirección Nacional de Gestión y Control (DNGC) de sancionar al club fue el golpe final. A pesar de los esfuerzos del propietario, el español Gérard López, por salvar la institución, la situación económica era insostenible. Esta noticia ha generado un intenso debate en el mundo del fútbol, especialmente en Argentina, donde el presidente Javier Milei ha propuesto un modelo similar de Sociedades Anónimas Deportivas (SAD) para los clubes locales.
Un adiós a las leyendas
El Girondins de Burdeos ha sido cuna de grandes talentos como Zinedine Zidane, Bixente Lizarazu y Fernando Cavenaghi. Estos jugadores, que dejaron una huella imborrable en el club, han expresado su tristeza y frustración por la situación actual. Lizarazu, en particular, ha sido muy crítico con el propietario, Gérard López, a quien culpa de la crisis del club.
¿Qué futuro le espera al Girondins?
Con el cierre del centro de entrenamiento y la pérdida del estatus profesional, el futuro del Girondins de Burdeos es incierto. Sin embargo, el club asegura que continuará promoviendo los equipos juveniles y trabajando para reconstruirse desde las bases.
La desaparición del Girondins de Burdeos es una pérdida irreparable para el fútbol francés. Un club con tanta historia y tradición se ve obligado a empezar de cero. Esta triste noticia sirve como un recordatorio de los desafíos económicos que enfrentan muchos clubes de fútbol en todo el mundo.