El puntero del Campeonato Uruguayo Especial no le tiene miedo a nadie cuando la pelota está en juego, pero ahora parece que un fantasma lo persigue y lo tiene aterrado; Nacional, aprovechando la suspensión del clásico por problemas con la hinchada de su rival de turno Peñarol, platea ganar el superclásico desde las oficinas.
Apenas un punto separa al equipo de Danubio con Nacional y faltan apenas dos jornadas para el final. Los «franjeados» están armándose porque se viene un maremoto en el fútbol uruguayo.
Peñarol y Nacional fue suspendido el domingo, minutos antes de comenzar por disturbios en la popular Amsterdad, lugar donde va la hinchada carbonera y en las afueras del estadio. Esto dio pie para que los «tricolores» exijan los tres puntos desde el escritorio, medida que si se llega a dar, los perjudica abiertamente.
Leonardo Goycoechea, vice presidente del club de origen búlgaro habló con los colegas de Referi.uy y les expresó su preocupación la que calificó que se «comen un garrón» si Nacional logra su objetivo.
El alto directivo danubiano, además, consideró que estos desmanes arrancaron con «un fallo equivocado, poco ejemplarizante», y que Peñarol debió haber jugado sin público, habida cuenta que hace unas semanas un simpatizante de la institución fue baleado en el baño de la popular por semejantes.
La cuestión es que el fútbol uruguayo no sale del caos porque Peñarol y Nacional son dueños del 81% de la audiencia, mientras que el fuerte equipo del barrio montevideano de Maroñas, forma parte de esa pequeña parte de la torta y tendrá que remar mucho para se haga justicia.
@lostribuneros