El impacto de la noticia de la tragedia del equipo de Chapecoense dejó perplejo al Brasil y especialmente a la ciudad de Chapecó. Pero, llegó el día después, el peor de los días.
La ciudad quedó desbastada como si hubiese pasado un huracán por allá. Medios brasileños exhiben en sus portales desolación y desconsuelo en la localidad del estado de Santa Catarina. No es para menos, su amado equipo perdió la vida camino a jugar el partido más importante de la historia de Chapecó.
El dolor es inmenso y más agravado aún por los medios de comunicación brasileños que hasta han llegado a visitar a las madres y padres de los futbolistas fallecidos, la mayoría del interior del país, provenientes de lugares muy humildes. No tuvieron pruritos para exhibir material crudo y doloroso.
Comenzaron a oírse las voces de los especialistas en salud mental vinculados al club. Hablan de reconstrucción, arengan a la gente para renacer como el ave fénix, trabajo largo y tedioso que, sin dudas, va a poder dar sus frutos, luego de todo Europa se levantó al igual que Hiroshima y Nagasaki.
@lostribuneros