El estadio Couto Pereira había sido elegido por Chapecoense para jugar el partido de vuelta de las finales de la Copa Sudamericana. Este miércoles debieron jugar ante el Nacional de Medellín, sin embargo, la tragedia de público conocimiento, impidió la realización del juego, pero dejó cosas tan buenas que valen la pena mencionar.
Coritiba, equipo amigo del Chapecoense decidió abrir su estadio para realizar una ceremonia de homenaje a los fallecidos en Medellín, pero no fue una fiesta solo para la gente del «Chape» y para ellos mismos, sino que invitaron a las barras e hinchas «comunes» de los acérrimos rivales Atlético Paranaense y Paraná Club.
Las hinchadas rivales respondieron y 40 mil se presentaron, y para nada desentonaron con los dueños de casa. Chapecoense unió a Brasil, aunque parezca increible.
@lostribuneros