Encontrar un buen lateral izquierdo no suele ser una tarea fácil en el fútbol internacional de hoy en día. En el caso de Australia, se ha convertido en un reto especialmente complicado. Durante los últimos diez años y desde que Scott Chipperfield brillara en esa posición en la Copa Mundial de la FIFA 2006™, los Socceroos han probado diferentes alternativas sin llegar a encontrar al candidato ideal. David Carney y Matt McKay fueron algunos de los jugadores que pasaron por esa posición y que, al igual que Chipperfield, lo hicieron sin que fuese realmente su puesto natural.
Ahora, las soluciones provisionales parecen ya cosa del pasado, gracias a la triunfante irrupción de Brad Smith, un zurdo que cumple con todos los requisitos del puesto.
El joven zaguero, de 22 años, ha jugado ya nueve partidos con Australia y es actualmente el lateral izquierdo titular de unos Socceroos que se disponen a disputar la tercera y última ronda de la competición preliminar asiática para la Copa Mundial de la FIFA Rusia 2018™. El combinado australiano recibirá a Irak en Perth el 1 de septiembre y visitará a Emiratos Árabes Unidos en Abu Dhabi cinco días después. Posteriormente, Australia se las verá además con Japón, Arabia Saudí y Tailandia. El objetivo es, por supuesto, estar en la cita mundialista, una hazaña que los Socceroos buscan lograr por cuarta vez consecutiva.
La importancia de las casualidades
La historia de este internacional australiano está repleta de casualidades sin las que Smith podría haber recorrido un camino muy diferente. El lateral, que nació en Sydney y es hijo de padres ingleses, defendió en categorías inferiores la camiseta de los Tres Leones. Smith llamó la atención de un ojeador durante una gira que estaba realizando por Reino Unido con un equipo infantil australiano. El Liverpool lo fichó y la por entonces joven promesa australiana se mudó a Europa.
“Cuando participas en giras así y juegas contra grandes clubes nunca sabes lo que puede pasar”, explica Smith a FIFA.com. La prometida del internacional australiano, su novia desde el instituto, es natural de Liverpool, lo que constituye otro de los guiños del destino que aderezaron aquella mudanza a Inglaterra.
Smith, como casi todos los chicos, empezó jugando en una posición más adelantada. Cuando llegó a Liverpool, el australiano era delantero, pero en la cantera del club de Merseyside acabó recolocado en el lateral izquierdo, un puesto en el que acumula ya cinco años de experiencia.
Dotado de una gran movilidad y de una extraordinaria capacidad atlética, Smith es el arquetipo del lateral izquierdo moderno. El australiano echa una mano en ataque sin descuidar sus obligaciones en defensa, un papel que se ajusta a la filosofía ofensiva de su seleccionador, Ange Postecoglou. “Es bastante similar a la función que desempeño en mi club”, asegura Smith en referencia a su posición en el combinado nacional. “Tengo licencia para irme arriba y ayudar en ataque. Es un buen puesto para mí y me gusta”.
“La verdad es que el Liverpool y los Socceroos juegan de una forma muy parecida”, señaló a principios de año. “Presionar muy arriba e imprimir al partido un ritmo muy alto son los pilares de la filosofía del entrenador de mi club, y el seleccionador australiano entiende el fútbol de la misma manera, así que cuando me concentro con la selección me resulta muy fácil encajar”, añadió.
Recientemente, Smith cambió Liverpool por la costa meridional de Inglaterra para enrolarse en el Bournemouth, otro club de la Premier League, aunque los de Anfield incluyeron en la operación una cláusula de recompra que les permitiría recuperarle en el futuro. Smith debutó con los Reds en 2014 y jugó la temporada pasada diez partidos. “Fue una gran temporada para mí y me vino muy bien para seguir trabajando y saber a qué atenerme de cara al futuro”, asegura.
Una selección en construcción
Debutó como internacional justo después de la Copa Mundial de la FIFA 2014, pero no entró en la lista de su seleccionador para la Copa Asiática de la AFC que Australia conquistó en casa seis meses más tarde. El lateral apunta ahora a dos citas en territorio ruso que se presentan más que atractivas.
La primera, la Copa FIFA Confederaciones, tendrá lugar el año que viene, pero Smith no quiere confiarse. Y es que nuestro protagonista compite por el puesto con Alex Gersbach, una joven promesa que está dando que hablar desde que dejó el Sydney FC para recalar en las filas del Rosenborg noruego a principios de año, y con Jason Davidson, que ocupó el lateral izquierdo de Australia en Brasil 2014. “Es un gran certamen en el que participan excelentes equipos”, opina. “Con todo, el objetivo principal es la clasificación para el Mundial. Cuando la hayamos logrado ya tendremos tiempo de pensar en la Copa Confederaciones”, advierte.
“La selección ha cambiado mucho desde que debuté”, analiza Smith. “El equipo está haciendo una gran labor que está dando sus frutos. Nuestro estilo resulta cada vez más reconocible y tenemos claro lo que queremos. Estamos en un buen momento, pero lo que hay que hacer es seguir trabajando. El entrenador ha sabido transmitirnos su filosofía y las cosas están funcionando”, continúa.
El destino ha querido que la trayectoria de Smith como internacional se desarrolle muy lejos del lugar donde inició su escalada hacia el fútbol profesional cuando era apenas un adolescente. “Cuando tenía 14 o 15 años y fui a Inglaterra por primera vez visité las instalaciones del Everton y Timmy Cahill me firmó una camiseta que todavía hoy guardo. No creo que él lo sepa o se acuerde”, ríe el lateral. “Recordarlo ahora me resulta extraño”, concluye. Dada la buena relación que tiene con el destino y sus guiños, no sorprendería que Smith cerrase el círculo en el próximo certamen mundialista dando un pase de gol al sempiterno Cahill.
Fuente: www.fifa.com
Diego Martín Yamus
diegoanita@hotmail.com.ar
@lostribuneros