Jugaban en el Amalfitani Vélez y Arsenal por la octava fecha del campeonato largo. El referí Germán Delfino sancionó un penal para los fortineros y expulsó a un jugador de Arsenal, pero minutos después, a instancias de sus colaboradores, anuló la jugada y le borró la roja al colombiano Valencia.
El árbitro bien pudo haber mandado a callar la boca a sus colaboradores y sancionar penal para Vélez, pero demostrando una honestidad pocas veces vista, se tomó su tiempo, consultó con sus líneas y el cuarto árbitro, quienes le indicaron que en verdad había sido mano del atacante Pavone y no del jugador del «Arse».
Delfino, pese a la presión, decidió cambiar la decisión y le ordenó al colombiano, que había sido expulsado, entrar al campo de juego.
Luego del encuentro admitió su error «me hago cargo» dijo con una honestidad increíble. «El procedimiento fue horrible» reconoció.
@lostribuneros