San Cristóbal y Nieves destaca entre el anónimo grupo de islas que conforma la zona baja de la CONCACAF. Situada en la divisoria entre el mar Caribe y el océano Atlántico, la diminuta nación formada por dos islas vive un momento de entusiasmo, fútbol de ataque y profesionalismo en ciernes.
«Cuando juegas por tu país, juegas por tu sangre», declaró a FIFA.com Atiba Harris, su capitán. El central, carrilero o delantero, según las necesidades, dejó su hogar a los 17 años y ahora es el líder de la selección y el deportista más famoso del archipiélago, que tan solo tiene 60.000 habitantes. «Representas a tu padre y a tu madre, a tu abuelo y a tu abuela. Es importante. Es algo que se hace de corazón».
Harris nunca dice no a la oportunidad de regresar a la capital, Basseterre, y más concretamente a los alrededores de la parroquia de San Pedro y Monkey Hill, donde creció. En la última década ha militado hasta en seis clubes de la Major League Soccer estadounidense. Actualmente defiende los colores del FC Dallas, equipo por el que ya pasó en 2009. Primo del internacional inglés Micah Richards, su presencia fue decisiva en las dos victorias de marzo que no solo otorgaron a los Sugar Boyz el pase a la segunda ronda preliminar de la Copa del Caribe 2017, también los propulsó en la Clasificación Mundial FIFA/Coca-Cola.
El balance de los pupilos de Jacques Passy en sus triunfos sobre Aruba y Antigua y Barbuda fue de tres tantos a favor y ninguno en contra. Esta solidez defensiva contrasta con un tradicional problema sobre el que Harris no dudó en hablar. «Concedemos demasiados goles», aseveró en relación a un asunto recurrente en varios conjuntos de la zona, que en general solo juegan ocasionalmente.
«Él es el rostro del fútbol profesional en San Cristóbal y Nieves», afirmó el exseleccionador y exinternacional Leonard Taylor sobre Harris, todo un ídolo del fútbol sancristobaleño desde su debut, allá por 2003. «Es un jugador completo y aprendió el oficio aquí, en las islas, por eso los otros siente admiración por él».
Harris es ciertamente un referente para los más jóvenes, como Henry Panayiotou, del Leicester City, líder de la Premier League inglesa (aunque ahora mismo está cedido en otro club) y Romaine Sawyers, del Walsall. Ambos representan a una nueva generación de los Sugar Boyz ansiosa por labrarse un nombre fuera de casa.
Centro de atención y oportunidades en el extranjero
Los excelentes resultados de los últimos tiempos han colocado a la pequeña nación insular en el puesto más alto de su historia en el escalafón: 92ª del mundo y 11ª de la CONCACAF. ¡Por delante de Canadá y El Salvador!. El salto, de 29 posiciones, significa que es la quinta mejor de la zona del Caribe, solo por detrás de colosos de la talla de Jamaica y Trinidad y Tobago.
San Cristóbal y Nieves, que quedó apeada de la competición preliminar de la Copa Mundial de la FIFA 2018™ tras una doble cita plagada de goles con El Salvador, anotó la friolera de 15 dianas en sus cuatro duelos de camino a Rusia, pero no pudo contener las acometidas del rival. Un problema que Harris y los suyos esperan haber solventado.
En junio, en la segunda ronda preliminar de la Copa del Caribe 2017, los Sugar Boyz se medirán a San Vicente y Granadinas y Surinam. Al menos cuatro de las 24 participantes obtendrán como recompensa el pase para la Copa Oro de la CONCACAF 2017, un torneo en el que San Cristóbal y Nieves no ha tomado parte nunca. Su mejor resultado hasta la fecha es un segundo puesto en la Copa del Caribe 1997.
Y para explicar el por qué del ascenso de San Cristóbal en la región, nadie mejor que Harris, su emblemático capitán. «En estas islas nunca ha faltado talento. Lo que pasa es que ahora los jugadores tienen oportunidades y las aprovechan», aseguró acerca de una tendencia que él mismo comenzó hace más de una década. «Están utilizando un escenario más grande y la gente está prestando atención».
Fuente: www.fifa.com
Diego Martín Yamus
diegoanita@hotmail.com.ar
@lostribuneros