El país de la bota durante los ’80 y ’90 era la meca del fútbol lo que hoy por hoy es la Premier League. Todos los cracks del planeta no tenían cabida más que en Italia. Uno de ellos fue el rumano Florin Radicioiu quien apoyó a Dino Baggio, hombre que denunció que les daban un remedio llamado Micoren y que se los hacían tomar como quien come “caramelos”.
“No sabíamos que tomábamos”, expresó lleno de preocupación el rumano Radicioiu, ex Bari, Verona, Brescia y Milan, que actualmente tiene 52 años. Contó a Orange Sport que “tomaba intravenosas con un líquido rosa y reconozco haber tomado medicinas”, especificando que lo hizo en los mencionados equipos por los que jugó.
“Siempre nos dijeron que eran vitaminas y glucosa. Y en Milan tomábamos algo más, como pastillas. Lo dije antes y después del fallecimiento de (Gianluca) Vialli, debemos preguntarnos por qué están pasando estas muertes”.
Massimo Brambati hoy tiene 56 años y supo lucir las camisetas del Torino, Émpoli, Bari y Palermo: “tengo miedo, hace 20 años dije lo mismo y me llegó una carta de la Fedecalcio amenazándome”, contó lleno de preocupación porque la muerte de Vialli, de cáncer de páncreas, se cree que fue generada por las grandes dosis de Micoren que es un medicamento para el asma encargado de abrir los pulmones mejorando la respiración.
Sin embargo, esta medicación tiene contraindicaciones que, especialmente, afectaba el corazón. Siendo prohibido en Italia en 1985, pero que seguía siendo suministrado por los responsables de los clubes del Calcio, según los declarantes.
Roberto Mancini, hoy entrenador de la selección italiana, no esquivó el bulto y expresó que “hay que moverse con pies de plomo” para que se sepa lo que vivieron.
Brambati contó que cuando tenía 20 años le aplicaban medicamentos vía intravenosa, hecho que hasta se jactaban que gracias a ello “había mejorado mis actuaciones” y que había técnicos que “se enojaban si la rechazabas”.