¿Ídolo? Muy flojo de Nacional de Montevideo. Llevan a un referente que por tercera vez se suma al plantel. Pasado de peso como es habitual en él, lento, y hasta un cañito se comió parte de un rival de Peñarol, Diego Polenta, terminó siendo reemplazado.
El clásico válido por la Copa Venancio «Chicharra» Ramos, terminó con victoria de Peñarol desde el punto penal tras terminar en un vibrante 2-2 en el Centenario de la capital uruguaya.
Polenta, que pasó por Unión de Santa Fe, otrora fue pretendido por River y Boca, nada menos, pero su problema de sobrepeso conspiró en su carrera pasando inadvertido, cuando tenía todo el potencial de crack el defensor.
El Ruso Zielinski, hoy entrenador del «bolsilludo», debió sacarlo del campo de juego ante el obvio abucheo de la hinchada del rival Peñarol.
Destellos de calidad tiene. Hizo cierres, ordenó su defensa, pero ese cañito está dando vuelta en las redes. La decadencia del fútbol uruguayo lleva a clubes como Nacional a contratar jugadores que ni en cuadros chicos argentinos funcionan e, incluso, hasta clubes de la segunda divisón brasileño se dieron el gusto de llenarles la canastita con goleada incluida, sino preguntale al Atlético Goianiense.