El Girona FC hizo historia este fin de semana, pero no de la manera que sus aficionados esperaban. En su primer partido como local en la UEFA Champions League, los catalanes sufrieron una derrota agridulce ante el Feyenoord por 2-3. ¡Y es que si algo podía salir mal, salió peor!
Dos autogoles, un penalti fallado y un gol anulado por fuera de juego marcaron una noche para el olvido. ¡Parece un guion de película, pero fue la cruda realidad para el Girona! A pesar de abrir el marcador, los errores propios se acumularon y dejaron a los locales con un sabor amargo en la boca.
¿Te imaginás una noche más desafortunada? Si creías que tu día había sido malo, ¡piensa en los jugadores del Girona! Esta derrota quedará grabada en la historia del club, pero también nos recuerda que en el fútbol todo puede pasar.