Demichelis se queja del Jet-Stress: ¿qué queda para el fútbol femenino?

El mundo del fútbol se ha visto sacudido por las recientes declaraciones de Martín Demichelis, entrenador de River Plate, quien se quejó del cansancio y el desgaste causado por los viajes en avión de su equipo. Estas afirmaciones han generado controversia y sorpresa, ya que muchos consideran que el Jet-Stress es una realidad común en el fútbol profesional, especialmente en Europa.

Sin embargo, si llevamos esta discusión al ámbito del fútbol femenino, las palabras de Demichelis adquieren una dimensión completamente distinta. Las jugadoras de fútbol en todas las categorías a menudo enfrentan desafíos muchos mayores cuando se trata de costear los viajes para disputar sus partidos.

En muchos casos, las futbolistas deben recurrir a recursos propios para financiar sus desplazamientos, ya sea a través de donaciones, venta de rifas o incluso la organización de eventos para recaudar fondos. Es común ver cómo se esfuerzan por costear el transporte en ómnibus que las lleve a las distintas canchas donde les toca jugar.

La cruda realidad es que muchas veces se ven obligadas a viajar en condiciones precarias, apretujadas en viejos colectivos escolares cuando el trayecto es corto. Incluso en viajes de mayor distancia, se ven obligadas a utilizar combis donde apenas encuentran espacio para acomodarse antes del partido. Y si el presupuesto no alcanza para alquilar un ómnibus de calidad en viajes más largos, como a Córdoba, Rafaela o San Luis, por ejemplo, deben conformarse con viejos buses cuyos asientos no brindan la comodidad necesaria para llegar al encuentro descansadas.

Es en este contexto que las declaraciones de Demichelis han despertado asombro y reflexión. Mientras los equipos masculinos de alto nivel se quejan del cansancio causado por los viajes en avión, las jugadoras de fútbol femenino luchan por contar con los recursos básicos para poder desplazarse de manera digna y segura.

El contraste es evidente y plantea una pregunta: ¿qué queda para el fútbol femenino en términos de apoyo y reconocimiento? Es crucial que se tomen medidas para garantizar condiciones adecuadas para las jugadoras y equiparar las oportunidades en el deporte, tanto en infraestructura como en recursos económicos.

La lucha por la igualdad en el fútbol femenino va más allá del campo de juego. Es hora de que la sociedad en su conjunto reflexione sobre las desigualdades y trabaje para brindar el apoyo necesario a estas talentosas deportistas que enfrentan obstáculos significativos en su búsqueda de la excelencia.

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