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La anticipación y la emoción se transformaron en desilusión para los aficionados en Hong Kong cuando Lionel Messi, el capitán del Inter Miami, no participó en el esperado partido amistoso contra un equipo local. A pesar de que 40 mil aficionados llenaron el estadio con la esperanza de presenciar la magia del astro argentino, quedaron consternados al descubrir que Messi no formaría parte del encuentro.
La empresa organizadora, Tarltler Asia, anunció que reembolsará el 50% del valor de las entradas ante la avalancha de quejas y reclamos, que hasta ahora han alcanzado los 547, sumando un total de medio millón de dólares. La ausencia de Messi se justificó debido a molestias musculares, lo que generó aún más frustración entre los fanáticos que viajaron de diferentes partes de Asia para verlo jugar.
Además, Tarltler Asia decidió renunciar al subsidio otorgado por el gobierno, destinado a elevar la imagen internacional del país y promover el turismo. Esta decisión fue elogiada por las autoridades locales, mientras que el Consejo de Consumidores de Hong Kong lleva adelante los reclamos en nombre de los espectadores afectados.
Mientras tanto, en Japón, tres días después, Messi sí participó en otro evento y mostró una actitud amistosa y cercana con sus seguidores, lo que contrastó con la percepción de los hinchas en Hong Kong. En una disculpa pública en la red social Weibo, Messi lamentó no poder haber jugado, calificando la situación como una «verdadera lástima».
Desde el Inter Miami se argumentó que fue una decisión «arriesgada» no incluir a Messi en el partido, pero para los fanáticos que pagaron entre 100 y 550 dólares para verlo en acción, la ausencia del astro argentino resultó en una enorme decepción.
