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El fútbol brasileño no viene muy bien dado el precio abusivo de las entradas, falta de espectáculo y gracias a directivos corruptos, pero quienes están muy preocupados son los directivos de equipos cariocas que juegan en la «C» (tercera división).
Los tradicionales Madureira, Macaé y Duque de Caxías preocupan a los directivos de la CBF por su falta de convocatoria. Los presidentes de los tres equipos no le encuentran explicación.
Un popular medio brasileño trató de buscarle una explicación a la poca convocatoria de estos tres equipos, que juegan a estadio prácticamente vacío cada vez que ofician de local.
Uno de los presidentes se excusó diciendo «no tenemos hinchada», el otro «no somos la primera opción de nadie» y el tercero «no tengo ni idea porqué».
El hecho es que estos centenarios clubes no están ni por aproximación al nivel de los ultra populares Flamengo, Fluminense, Vasco da Gama y Botafogo, pero tampoco se han esforzado sus dirigentes para ponerlos a la altura de estos.
Los presidentes coinciden que están haciendo de tripas corazones para sobrevivir y que el club continúe en marcha; han hecho promociones pero la media de simpatizantes no aumenta. Las tres instituciones tienen un promedio de ventas de 200 entradas, cuando son locales, y llegan a llevar a un solo hincha cuando juegan lejos de casa.
Tristes y desesperanzados los presidentes se resignaron a sentirse que ya nadie tiene amor por los colores de sus equipos, y que la afición prefiere colgarse de los colores de los clubes «grandes».
Un mito brasileño dice «los cariocas son los más fanáticos del mundo», algo que no es verdad y acá lo vemos.
@lostribuneros
