El “Torero” siempre tuvo magia como futbolista. La clase y la calidad que desplegó en la cancha hizo vibrar tanto a los hinchas boquenses, que lo consideran el mejor de todos los tiempos. Juan Román, además de jugar un fútbol superlativo, también levantó trofeos, y de los grandes.
Ahora volvió de una manera impensada; Riquelme pateó el tablero, hace apenas unos meses, al anunciar que se candidateaba como vicepresidente tercero de la institución de sus amores y su lista arrasó, dejando al macrismo fuera del club luego de 25 años.
El hechizo ganador sigue intacto porque Riquelme y la directiva aceptaron la renuncia de Gustavo Alfaro y rápidamente trajeron a un viejo conocido de la casa como Miguel Ángel Russo.
Boca hizo bien los deberes de la mano del flamante DT, mientras que River se despedazó; Boca dio la sorpresa y de la mano de “Juan Román”, la vuelta olímpica dieron.
@lostribuneros