– La próxima vez que la piques…
A Nicolás de la Cruz le llegó profundo ese mensaje-amenaza. No era de cualquiera. Era de su «ídolo y referente», como le gusta llamar a Carlos Sánchez.
Nicolás había pateado a lo Panenka un penal en el debut de Uruguay en el Sudamericano Sub-20. El arquero venezolano lo detuvo parado con una mano. El partido terminó 0-0 pero lo que vino después es una muestra de la capacidad de aprendizaje y de la personalidad del enganche de Liverpool: fue una de las grandes figuras del título sudamericano y será uno de los referentes charrúas en la Copa Mundial Sub-20 de la FIFA República de Corea 2017.
«Erré el penal y ni con mi madre quería hablar», le cuenta a FIFA.com. Al partido siguiente, Uruguay volvió a tener una pena máxima y afloró ese «carácter fuerte que me marcan todos mis entrenadores». Lo pateó De la Cruz. Adentro. Las palabras de Carlos Sánchez, titular de la selección absoluta y hermano mayor de Nicolás, estaban presentes en su cabeza: «Me acordé de él. Como hermano y como el futbolista que es, me aconsejó mucho para bien».
Sánchez y de la Cruz hablan seguido. Mensajitos o videollamada cuando uno está en México y el otro en Uruguay o mate de por medio cuando el Pato va de visita a su país. “Cuando está en Uruguay aprovecho mucho para hablar con él. Me dice mucho que no deje pasar años de mi carrera, que aproveche todo lo que me toca. El resto de los consejos me los guardo para mí porque son cosas personales”.
Mientras esperan por el sueño de jugar algún partido juntos en la mayor, Nicolás tiene por delante uno mucho más cercano: poder ser campeón del mundo. “Vinimos a eso. En el Sudamericano conseguimos algo histórico dentro de la rica historia del fútbol uruguayo (fue campeón continental tras 36 años). Ahora queremos pasar la fase de grupos y hacernos fuertes en el uno contra uno”.
Para eso, se juramentaron hacer algo parecido a lo que hicieron para ser campeones sudamericanos: meterse en una burbuja. ¿Y eso qué es exactamente?
“Lo hablamos antes de salir y lo repetimos cuando llegamos a Corea. Estar en una burbuja significa que no entre nada y que nada salga para afuera, que somos nosotros solos. Si bien nuestra familia y nuestros afectos están presentes siempre, a la hora de competir somos nosotros y nada nos tiene que distraer. Uno puede tener una mala decisión y estando en una burbuja no entra nada que pueda bajonearlo”.
Él mismo se pone como ejemplo de beneficiario de la burbuja con lo del penal errado. “El grupo te ayuda, yo me apoyé mucho en mis compañeros. Por ejemplo, fue muy importante compartir habitación con Rodrigo Bentancur, que juega en un equipo grande como Boca Juniors, con muchas presiones. Me dio muchos consejos”.
Uruguay debuta contra Italia el 20 de mayo y después se medirá a Japón y Sudáfrica, “un grupo muy duro”. “A nosotros nos viene bien empezar con Italia. Cuanto más difícil mejor”, dice el 11, que está con la confianza alta.
“El otro día en el amistoso contra Corea vimos un poco lo que va a ser el ambiente del mundial. No estamos acostumbrados a ese ritmo e juego pero nosotros tenemos jugadores de mucho manejo de pelota y mucha intensidad de juego, así que a medida que pasen los días vamos a llegar de la mejor manera”.
Fuente: FIFA
Diego Martín Yamus.
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