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Cuando hay pocos recursos pero mucha voluntad de progreso se pueden lograr cosas maravillosas; Dacia Unirea de Rumania con un presupuesto de unos 90 dólares por jugador logró ascender a la segunda división rumana Liga 2.
Florentin Petre de 45 años de edad es el mentor de este equipo que 30 años atrás supo jugar en la primera división del país de los Cárpatos. Al encontrarse con un club en ruinas, donde el dinero no alcanzaba para nada, estaba enmarañado en deudas. A fuerza de poder de negociación, más un plan donde todos, de alguna manera, iban a cobrar un dinero seguro.
Unos 950 dólares recibían algunos de los más experimentados del equipo, siendo quienes más percibían, de ahí para abajo donde el grueso no llegaba a cobrar más de 100 dólares por concepto de salario.
De esa manera pudieron consensuar por lo menos para poder cubrir los viáticos y algo más.
Petre les trazó objetivos por lograr a sus jugadores, quienes se comprometieron y focalizaron en la idea. Poco a poco Dacia fue creciendo y logrando las metas trazadas hasta lograr el ascenso a la segunda categoría.
«El salario más alto es de 4.000 lei. También tengo titulares a los que se les paga entre 500 y 600 lei cada mes. Se trata de los más pequeños, son juveniles. Se pudieron adaptar. Tenía un objetivo desde el principio, les expliqué que esas eran las condiciones», indicó a la TV rumana el entrenador.
«Muchos vinieron a relanzar sus carreras, me refiero incluso a Patrick, Robert Enceanu, que jugó muy bien, Rafael Stanescu. Pueden jugar sin problemas en la Liga 1 ”, dijo Florentin Petre a Fotbal Club de Digi Sport.
Los de Braila ahora podrán mirar el futuro con mayores esperanzas. El subir de categoría hará que sus ingresos también sean más altos, más dignos tal vez. El retorno poco a poco de los espectadores a los estadios sumará.
Dacia Uniera Braila se adaptó a los tiempos de pandemia.
@lostribuneros
