La selección de Croacia logró algo inédito para sus apenas 26 años de existencia al meterse en la final de una Copa del Mundo; 2-1 derrotaron en la prórroga a Inglaterra e irán por el cetro ante el ya campeón mundial Francia.
Impresionate. Increíble. Inolvidable. Croacia con más astucia que fútbol derrotó en el alargue a una fría Inglaterra por las semifinales del Mundial de Rusia 2018 y es finalista por primera vez en su historia.
El juego fue casi como un partido de ajedrez; los británicos se pusieron arriba cuando todo comenzaba, allá por el minuto 5 gracias a un zapatazo de Kieran Trippier, lo que dio pie para que estos se agranden y bien puedan aumentar cifras para llegar cómodos a la final. Pero, en el fútbol jamás se debe perdonar y, menos aún, subestimar al adversario; un planchazo a la pelota de Iván Perisic al minuto 68 puso el impensado empate y de ahí en más los croatas se agrandaron y se metieron en el partido.
Inteligentemente el técnico Zalic soportó la paridad en los 90′ con la misma oncena, pidiéndoles sacrificio para una prórroga que era inminente que llegaba. Fue suicida lo que hizo porque en caso de que los ingleses llegasen a anotar, iban a morir sin haber hecho los cambios, sin embargo, el sacrificio sobrenatural de sus figuras, y la disciplina táctica lograron que los balcánicos finalmente lleguen al ansiado tiempo suplementario.
Ahí el entrenador croata quemó las naves y de manera dosificada mandó cuatro futbolistas frescos al juego, mientras que el rival ya había quemado un cambio en el minuto 74 y el restante en el minuto 90 de cara a la prórroga que ya llegaba.
Sin piernas, víctimas de muchos calambres y con menos resto físico (aparente) que los ingleses, los futbolistas croatas llevaron el campo a su campo y esperaron, regulando energías, para largar el zarpazo. Modric no daba pie con bola, ya no tenía fuerzas para pegarle a la pelota, e incluso, se enredó en una ocasión, pero, adelante estaba Mario Mandzukic hombre que al minuto 109 recibió un balón de cara al arco inglés y se la mandó a guardar a Pickford.
Luego del gol, los eslavos comenzaron a cuidar el resultado aprovechando que una Inglaterra sin alma y predecible tiraba centros a la la olla y que dejaba espacios para la contra. 116′ iban cuando la figura británica Trippier abandonó la cancha por una dura lesión en uno de sus abductores, dejando a su equipo con diez porque los cambios ya habían sido agotados.
Con jugadores fresquitos los croatas llevaron la pelota al área inglesa y a puro toque y picardía dejaron que el reloj corra.
Croacia rompe su marca de 1998 cuando logró meterse cuarto en el Mundial, y esta vez, irá por su primera corona ante una Francia que, justamente, en 1998 obtuvo su primer título mundial.
La final se jugará el domingo a las 15 horas, horario argentino, en Moscú.
@lostribuneros