Rosell tenía mandato hasta 2016, pero la denuncia presentada por un socio por el millonario pase de crack brasileño -que según una información publicada por el diario El Mundo costó 91 millones de euros en lugar de los 57 millones anunciados oficialmente- lo llevó a renunciar. Su mandato será completado por quien hasta hoy era vicepresidente deportivo, Josep Maria Bartomeu.
El nuevo presidente agradeció a Rosell por sus años de trabajo en el Barsa y le dio un espaldarazo al hombre caído en desgracia. «La continuidad de nuestro proyecto irá hasta 2016. Nos sentimos fuertes. Este club es propiedad de los socios y haré lo posible por consolidarlo en el lugar en el que nos encontramos, en el momento más alto de su historia», afirmó Bartolomeu.
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