Los celestes arrancaron perdiendo feo en el Mundial de Brasil 2014, tras acabar recibiendo una lección frente a una Costa Rica que hizo los deberes de manera sobresaliente. Los Ticos puntean en el Grupo D (Foto: Getty)
El estadio Castelâo de Fortaleza se encontraba repleto esperando el debut del equipo bicampeón Mundial y vigente campeón de América: Uruguay. Los Celestes, dueños del protagonismo y con los pergaminos de haber humillado a Brasil en 1950, eran los esperados, mientras que del otro lado estaba la modesta selección de Costa Rica.
Los charrúas entraron al campo con un equipo plagado de estrellas; los orientales tenían la base del equipo campeón de la Copa América de Argentina y del pasado Mundial de Sudáfrica, mientras que Costa Rica jugaba con un equipo joven.
El juego arrancó con una Costa Rica que tenía el balón y que se había parado muy firme atrás, no dándole espacios a los celestes, pero en ofensiva no pasaba nada, ya que el “Team Oriental” sabía hacer bien los relevos.
De a poco, Uruguay comenzó a apelar a su experiencia y sus atacantes Cavani y Forlán le buscaban la vuelta a una disciplinada defensa Tica; Stuani estaba perdido, mientras que el Cebolla Rodríguez empujaba.
Los orientales buscaron y encontraron, ya que a los 23’ le cometieron un claro penal a Diego Lugano, que fue ejecutado y anotado por el crack Edinson Cavani.
Uruguay estaba tranquilo con el 1-0 y cocinaba a fuego lento a una Costa Rica que era disciplina y entusiasmo, solo eso, y que de vez en cuanto a salía de contra a toda velocidad, pero los experimentados Godín y Lugano no la pasaban mal.
Forlán sacó un pelotazo que estaba por colarse en el ángulo, pero el arquero Navas se estiró y de manera espectacular sacó la pelota por encima de la transversal.
Los ticos, eran inferiores al equipo celeste, y con un justo 1-0 a favor de los charrúas acabó la primera parte.
El complemento arrancó con un Uruguay conforme, relajado, que pareció subestimar a un adversario que no era mejor, pero que jugaba mejor, ya que producto de la disciplina táctica y velocidad, sorprendieron a los celestes.
Corrían los primeros minutos de la complementaria, Uruguay se mostraba mañero, sin ambición y conforme con el 1-0, pero es un Mundial, y aquí si no anotás te anotan, y así fue.
Iban 9’, los celestes no se movían, eran espectadores de lujo hasta que Campbell los empató. Ese gol de los ticos, generó aquí en la redacción mucha adrenalina y los colegas brasileños nos decían “ahora el partido va a tener color”, y así sucedió. Uruguay fue al frente, se despertó de su sueño y comenzaron a presionar, sabedores que un triunfo los dejaba bien acomodados en este comienzo; Costa Rica, que tenía todo estudiado de pé a pá, incentivada por haber logrado anotar, se mantuvo firme, no se desarmó ni se dejó superar, por eso, anotó tres minutos después el segundo gol, que tuvo un fuerte efecto emocional en los uruguayos, que ahí sí, perdieron la brújula.
Uruguay tuvo un momento de ímpetu, trataba de tocar pero no podía entrar al área, apeló al centro, pero los ticos se las sabían todas, y lograron ir sacándolos de su zona, los corrieron hasta el medio de la cancha y no los dejaron entrar.
Tabárez hizo cambios, su colega Jorge Luis Pinto también. Uruguay luchaba, pero comenzó a desesperarse, los jugadores entraron en un descontrol general y le hicieron el caldo gordo a su rival, que a los 84’ los lapidó por medio de Ureña.
Sobre el final el “Mono” Pereira agredió a Campbell y se marchó expulsado.
Costa Rica fue mejor que Uruguay porque demostró mucho trabajo táctico, disciplina y humildad, mientras que el equipo celeste, que no fue arrogante, cometió el “horror” de subestimar al rival, directamente, al no saber nada de ellos. No entendemos qué trabajo hizo Tabárez con sus jugadores, ya que les faltó que colocaran reposeras en el campo cuando iban 1-0 arriba.
No hay nada perdido, si bien este resultado nadie lo esperaba, todavía hay tela por cortar. El Grupo D arrancó, como dicen aquí en Brasil “dando zebra”, es decir, con sorpresa.
@lostribuneros