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En una final cargada de emociones, Costa de Marfil se alzó con el título de la Copa Africana de Naciones después de una victoria dramática por 2-1 sobre Nigeria en Abiyán. Las Águilas Verdes tomaron la delantera gracias a Troost-Ekong a los 38 minutos, pero Costa de Marfil mostró una determinación feroz para remontar el marcador, con goles de Franck Kessie a los 62 minutos y de Sebastien Haller a falta de nueve minutos para el final.
Para Costa de Marfil, este triunfo marca su tercer trofeo en la historia del torneo, pero lo que hace que esta victoria sea aún más memorable es el extraordinario camino que tuvieron que recorrer para llegar a la cima. A pesar de ser el país anfitrión, el equipo estuvo al borde de la eliminación en la fase de grupos, e incluso su entrenador renunció en medio del torneo. Sin embargo, un milagro inesperado los llevó a la siguiente ronda, gracias a Mozambique.
La determinación y el espíritu de lucha llevaron a los marfileños a superar obstáculos difíciles en el camino hacia el título. Enfrentaron a equipos como Senegal, a quienes empataron con un penal crucial a falta de cuatro minutos, y luego lograron avanzar en una tanda de penales. También tuvieron que superar a Malí en un emocionante encuentro, anotando un gol agónico en el minuto 120 para asegurar su lugar en la final, a pesar de estar en desventaja numérica desde el minuto 43.
Con una confianza renovada, Costa de Marfil logró superar a la República Democrática del Congo en las semifinales con un marcador de 1-0, preparando el escenario para su triunfo final sobre Nigeria en la final.
Este título es un testimonio del coraje y la resiliencia del equipo marfileño, y marca un regreso glorioso a la cima del fútbol africano.
