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Los «Elefantes» se llevaron el máximo centro en la ciudad de Bata, capital de Guinea Ecuatorial, tras superar por penales a su par de Ghana. El arquero del campeón fue la gran figura de la definición.
Costa de Marfil se coronó campeón por segunda vez en su historia, tras igualar sin goles durante los 120′ con Ghana, en un partido para el olvido.
Demasiada especulación. Poco fútbol y muchas faltas fueron el común denominador del juego. Las Estrellas Negras, siendo menos como equipo, se las ingenió para desactivar a a Yaya Touré, Gervinho, Gradel y Bony, no dándoles un centímetro de ventaja.
Ghana tuvo muy activo a Gyan, Ayew y Mubarak Wakaso, pero ninguno fue capaz de enervar a la defensa. Atsu tuvo una muy clara a los 25′ pero la pelota se estrelló en un poste.
Luego, el partido fue más bien de mitad de campo. El joven referí Bakari Gamassa dejó pegar mucho y exhibió en los 120′ apenas 4 cartones amarillos, cuando debió ser el doble, incluso, salvó a Serey Die a los 25′ de ser expulsado al no mostrarle la segunda amonestación.
No pasó gran cosa en el juego, en líneas generales. Hubo demasiado miedo a perder, lo que volvió al espectáculo para el bostezo.
Las grandes emociones estuvieron en los penales. Ghana se imponía 2-0, ya que los marfileños erraron los dos primeros tiros, pero la historia se revirtió quien erró dos fue elenco ghanés.
El arquero Boubakar Barry, sufrió varios calambres y a punto de ser reemplazado estuvo; jugó casi en una pierna y «arañó» varias pelotas, pero no podía atrapar ninguna.
Se remataron 10 penales y llegó el turno de los guardametas. Razak Brimah tiró primero, pero su colega de Costa de Marfil, en una pierna, le desvió el remate. Luego, Barry, que tuvo que volver a ser asistido antes de patear, se acomodó, tomó carrera y marcó el gol del título.
Costa de Marfil suma su segundo trofeo, el primero fue obtenido en 1992. Ghana deberá esperar 4 años más y sumará 37 años sin dar la vuelta olímpica.
@lostribuneros
