CORINTHIANS ES CAMPEÓN DEL MUNDIAL DE CLUBES

Un estadio de Yokohama repleto de punta a punta esperaba por la final del Mundial de Clubes entre el Corinthians y el Chelsea. Los jugadores entraron al campo y cumplieron con los protocolos previos al juego (F0t0: Copa de la Libertadores)

Partido trabado entre los campeones de América y Europa, donde el mediocampo fue la zona preferida por ambos equipos para luchar como gladiadores por el balón.

En los primeros minutos ambos equipos jugaron con 10, ya que sus arqueros parecían estar ausentes del juego porque ninguno llegaba al arco adversario. El partido era de puro estudio en el centro del campo.

A los 9’ vino el primer ataque a fondo y fue por parte de los ingleses, quienes generaron un córner y tras la ejecución del mismo hubo una serie de rebotes que terminó con una pelota atajada, casi de forma fortuita, por el arquero Cassio, quien prácticamente se sentó encima del esférico. Eso fue lo más excitante del primer cuarto de hora.

La hinchada del Corinthians “Gavioes da Fiel” dejaba los pulmones en las tribunas y no paraba de alentar, el estadio de Yokohama parecía el Pacaembú, los brasileños que acompañaron en masa, se sintieron locales.

Corinthians decidió esperar y salir de contra a toda velocidad, Jorge Henrique probó sorprender a Cech desde lejos tirándosela por arriba a los 18’ pero nada, el arquero estaba atento y la atrapó sin problemas.

Los brasileños probaron de nuevo desde lejos pero la pelota pasó desviada del arco del Chelsea. El partido siguió frío como la noche japonesa y Emerson, tras un grosero error de la defensa británica, picó solo y algo sorprendido, remató pero le pegó tan fuerte que el balón voló por las nubes.

Paolo Guerrero, el atacante peruano, frotó la lámpara a los 34’ y entró de manera peligrosa al área inglesa, se llevó las marcas y sacó un tiro cruzado que fue interceptado por su compañero Emerson, quien al rematar lo hizo desviado y la pelota se fue por poco.

El elenco inglés no se amilanaba y le tomó los puntos al equipo brasileño, primero el “Niño” Torres la tuvo y Cassio se la ganó, luego el nigeriano Moses tiró desde afuera, fuerte y cruzado, era gol pero no: Cassio estaba bajo los tres palos. Una notable atajada del joven arquero brasileño, quien casi con las uñas la mandó al córner.

Corinthians no supo cómo llegarle al equipo londinense, trató de salirle de contra y apeló a las individualidades y muy pocas oportunidades tuvo en el primera parte. Lo contrario sucedió con el Chelsea, quien sin brillar, generó varias ocasiones pero se encontraron contra un Cassio que está en su mejor momento. El arquero brasileño les construyó un muro de ladrillos delante del arco, por eso la pelota no entró nunca y 0-0 se fueron al descanso.

Impresionó la cantidad de público que llevó a Japón el Corinthians, la “torcida” del timâo colmó las graderías del estadio del Yokohama como si se tratara del estadio Pacaembú.

Los equipos retornaron al campo para disputar la segunda etapa y los primeros cinco minutos fueron tan fríos como los de la primera etapa, y apenas hubo una intentona del elenco inglés de llegar a inquietar a Cassio pero solo eso, amague nomás.

La hinchada del Corinthians jugaba desde las tribunas y gritaba sin cesar, eso le ponía calor y color a un juego opaco y frío.

Corinthians, bastante mezquino en su dispositivo táctico esperaba bien parado en su zona y supo resistir los embates a toda velocidad de un brioso jugador Hazard.

Los jugadores del elenco brasileño abusaron del orden y la disciplina táctica, entonces, cada vez que iban al ataque, nadie sorprendía y ni siquiera pedía el balón y preferían quedarse en su puesto. Ese sistema conspiró contra las aspiraciones del equipo paulistano.

Una genialidad de Douglas, quien entró peligrosamente al área, arrastró marcas y se la dejó servida a un Paolo Guerrero que no tuvo compasión de Cech y se la mandó al fondo del arco a los 69’.

El campeón de América tuvo su gran chance y no la desperdició, el peruano fue implacable y rompieron con el aburrimiento y las especulaciones sobre un posible alargue.

Luego del gol, Chelsea se mostró nervioso y fastidiado, no le quedó otra que ir al frente en pos del empate. Para peor, Carhill vio la roja por agredir a un rival en la mitad de la cancha y debilitó a su equipo.

Corinthians defendió muy bien, se plantó con carácter un su zona defensiva, se paró muy bien y supo soportar los embates, que fueron chispazos nada más de un malherido Chelsea.

Cassio, el aquero brasileño, un monstruo, se atajó la vida cuando iban 0-0 y sacó balones increíbles cuando iban ganando.

Los brasileños fueron justos ganadores, si bien su juego no es nada vistoso, es eficaz.
El argentino Juan Manuel “Burrito” Martínez se dio el gusto y pudo ingresar sobre el final, pasando inadvertido, pero quien le quita lo bailado. El peruano Guerrero, pasó a la inmortalidad del Corinthians.

El “Timâo” se consagró por segunda vez en su historia Campeón del Mundo.

@lostribuneros

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