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En un enfrentamiento que marcó el inicio del torneo uruguayo 2024, el equipo local, Nacional, se vio envuelto en una polémica situación que ha dejado perplejos a los aficionados del fútbol. Durante el partido contra River Plate, el árbitro de la contienda tomó la decisión de sancionar un penal en contra del equipo local, desencadenando una serie de eventos que han suscitado indignación y críticas.
A pesar de la serenidad mostrada por el arquero de Nacional, Luis Mejía, el capitán del equipo, Diego Polenta, reaccionó de manera inapropiada al dirigirse al árbitro con una serie de insultos tras la decisión inicial. Esta acción le valió una amonestación por parte del árbitro, sin embargo, la situación tomó un giro aún más sorprendente cuando el referí decidió recurrir al VAR para revisar su propia decisión.
Tras la consulta del VAR, el árbitro Andrés Matonte optó por anular la sanción inicial, generando controversia en el campo y aumentando la frustración de Polenta. A pesar de esta decisión, el capitán de Nacional continuó con su comportamiento agresivo hacia el árbitro con insultos a los cuatro vientos, incluso delante del cuarto árbitro, Eduardo Varela, quien optó por permanecer en silencio en lugar de tomar medidas disciplinarias contra el veterano defensor.
Esta situación ha generado una gran indignación y ha provocado duras críticas por parte de la cuenta de Twitter «Arbitraje Uruguayo», que ha condenado la acción como «inentendible». La impunidad con la que Polenta actuó, así como la falta de acción por parte de Varela, plantea serias interrogantes sobre la integridad y la autoridad del arbitraje en el fútbol uruguayo, dejando un amargo sabor en el inicio del torneo.
