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Abrió los ojos, responde a estímulos. Un verdadero milagro se produjo en Países Bajos. Abdelhak Nouri había sido dado por muerto aquel caluroso día de verano en Austria cuando cayó desplomado en la cancha mientras su equipo, Ajax, jugaba un encuentro amistoso ante Werder Bremen de Alemania. Se despertó del coma dos años y nueve meses después.
Una arritmia había dejado inconsciente en el suelo de Innsbruck al futbolista del equipo neerlandés. Rápidamente fue asistido, compensado y llevado a un hospital de alta complejidad.
Al futbolista nacido el 2 de abril de 1997, promesa del fútbol «tulipán», le habían pronosticado muerte cerebral en su momento.
Los daños eran irreversibles, según los informes de aquella época. Las esperanzas de que «Appie» sobreviva eran casi nulas.
La familia nunca lo abandonó, tampoco el Ajax. Los «Hijos de Dios» siempre estuvieron cerca del futbolista y la familia, e incluso los hinchas, señalaba su hermano Abderrahim.
Treses meses después del incidente, el futbolista comenzó a responder a determinados estímulos. No abría sus ojos pero hacía algún tipo de gestos, dejando en claro que entendía lo que le decían.
Fue trasladado del hospital a un hogar cercano a su casa. Cuidado las 24 horas del día por personal especializado y con la familia todo el tiempo estimulándolo, sea mirando fútbol, como hablando con él, y entorno a su persona, fue que el joven que en algo más de una semana cumplirá 23 años, sorprendió a todos al abrir su ojos este 26 de marzo.
«Va todo bien con Appie. ¿Que si, que es bueno? Está despierto, duerme, come, eructa, pero no se levanta de la cama. En los buenos momentos hay una forma de comunicación, luego mueve las cejas. Simplemente no puede seguir así por mucho tiempo, ese parece ser el mejor deporte para él «, relató su hermano a la televisión de su país.
«Ciertamente creemos en un milagro», dijo Mohammed Nouri, padre del centrocampista juvenil.
«Esta es una prueba difícil para nosotros, pero continuaremos y haremos nuestro mejor esfuerzo (…) es nuestra intención que Appie mejore. Solo tenemos que cuidarlo lo mejor que podamos», remarcó su progenitor.
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