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En un enfrentamiento apasionante en el emblemático Estadio Centenario un frío viernes 15 de julio de 1983, los gigantes del fútbol uruguayo, Peñarol y Nacional, se enfrentaron en una feroz batalla por la supremacía en la Copa Libertadores. El campeón defensor, Peñarol, buscaba el pase a la final contra nada menos que su archirrival Nacional, que tres años antes se había alzado con el trofeo.
El equipo «Carbonero» se adelantó temprano con un gol del maestro «Cabeza» José Luis Zalazar en el minuto 41. Sin embargo, el drama se desató en la segunda mitad cuando el defensor «Tricolor» Óscar Aguirregaray, irónicamente una década después un ídolo indiscutible para Peñarol, marcó en propia puerta en el minuto 5, llevando el marcador a un precario 2-0. Con un gol de penal del «Olimareño» Arsenio Luzardo justo un minuto antes del pitido final, Nacional logró rescatar una luz de esperanza.
Las estrellas de Nacional, con nombres como Miguel Ángel Brindisi, quien previamente brilló junto a la zurda mágica de Diego Maradona en Boca Juniors en 1981, junto con «Hormiga» Alzamendi, héroe de River Plate en Argentina tres años después, y el formidable arquero «La Pantera» Rodolfo Rodríguez, fueron las figuras destacadas del encuentro.
Por su parte, Peñarol mantenía la base del equipo campeón del mundo, con la notable ausencia del brasileño Jair, quien abandonó el equipo de manera desagradable debido a un conflicto con un premio recibido en Tokio después de la victoria ante Aston Villa que les valió el título de campeones del mundo.
Tras la victoria de «Mirasol», una época sin internet ni redes sociales, el modo predominante de burla, influenciado principalmente por la radio y los medios impresos, generó chistes humorísticos típicos de la época. Una joya memorable de ese período fue: «A Nacional le dicen ‘Chanquete’ porque murió un viernes,» en referencia a la serie juvenil española «Verano Azul», donde un personaje interpretado por Antonio Ferrandis fallece en el último episodio.
Otra broma fue: «El Derecho de Nacer porque al final encontró al padre,» haciendo alusión a una novela cubana adaptada e interpretada por mexicanos, protagonizada por Verónica Castro y Sergio Giménez.
Aunque hubo muchas más bromas, estas mofas perduraron en la memoria de un nostálgico hincha de Peñarol que amablemente compartió este material histórico.
