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La última reconfiguración planteada en la Asamblea Extraordinaria generó debate al respecto de si la decisión debió ser tomada por el Comité Ejecutivo en lugar de la Asamblea. Colón, entre otros, ha pedido la suspensión de su descenso, argumentando que la modificación de los descensos durante la competición carece de base legal.
En esta misma Asamblea, se evidenció la ausencia de representantes, incluyendo a Talleres, planteando cuestionamientos sobre la legitimidad de las decisiones tomadas. La incertidumbre persiste en torno a equipos que podrían descender, particularmente si un equipo se encuentra en el último lugar en promedios y tabla general tras una modificación sin claridad en el reglamento.
A pesar de la realidad de estos hechos, las probabilidades de revertir esta situación siguen siendo mínimas, lo que implica que la Primera División mantendrá a 28 equipos, incluyendo a Independiente Rivadavia y Deportivo Riestra.
La solicitud de Colón se suma a un escenario marcado por la sorpresa y la incertidumbre. El club, junto con otros involucrados, aguardan una resolución legal respecto a este giro inesperado en la competición.
El episodio en el Predio Lionel Andrés Messi en Ezeiza, con cambios de reglas en plena competencia, se suma a una serie de acciones caóticas que han caracterizado al fútbol argentino en años recientes. Lo que antes sería inaceptable, ahora resulta menos sorprendente para algunos dirigentes que buscaban alivio.
Colón y Gimnasia acumularon ambos 45 puntos en la tabla anual, desencadenando un desempate en la cancha de Newell’s para definir el segundo descenso a la Primera Nacional (el primero lo sufrió Arsenal por promedios). Nicolás Colazo se convirtió en el héroe al anotar el gol de la victoria.
El equipo de Israel Damonte vivió momentos de angustia en el cierre de una temporada para el olvido, demostrando que ningún descenso se decide en un solo partido. Ahora, les aguarda el desafiante torneo de la Primera Nacional en el próximo año.
