Que los argentinos nos hemos ganado el desprecio en muchas partes, es cierto y penoso. Pero es igual lastimoso que los demás lo hagan sentir. Durante todo este Torneo Preolímpico Sub 23 que se juega en Colombia, los hinchas locales cometieron esta tontería de alentar al rival de la Selección, en lugar de hacerlo con sus colores. Este lunes por ejemplo, gritaron a viva voz por Uruguay en su compromiso ante los de Batista en el inicio de la ronda final, y ni hablar cuando Ramírez y Arezo descontaron de 0-3 a 2-3 y pusieron a la celeste a tiro de empate. Por un rato el estadio Alfonso López de Bucaramanga pareció el Centenario de Montevideo. Se habla siempre de juego limpio, de hermandad, pero cuando juega Argentina no existe.
Diego Martín Yamus.
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