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En el Arena do Pantanal de Cuiabá hubo un caso de abuso, es que Colombia se pasó de «vivo» con los inocentes japoneses y le propinaron una goleada histórica; los cafeteros ganaron por 4-1 y cerraron el Grupo C con puntuación perfecta. Uruguay los espera el sábado en el Maracaná.
Colombia se hizo la panzada ante un ingenuo equipo japonés que tuvo toda la intención pero les faltó «picardía». El equipo de Juan Valdez manejó el partido a placer, pese a haber arrancado arrinconado por unos «Samurais» que entraron al campo de juego llenos de bríos, ya que el triunfo los ponía de cabeza en octavos, acompañando a éste adversario.
Cuando los japoneses presionaban y buscaban el primer gol, los cafeteros salieron a toda velocidad de contra y el zaguero Konno derrumbó en el área a un adversario, el referí no dudó en sancionar penal y Cuadrad no dudó en anotar.
El cafetero vencía 1-0, pero con varios suplentes, tuvo que padecer a un Japón que jugaba bien pero que no puede con su ingenuidad; los japoneses se ahogan en un vaso de agua y, todavía, carecen de sentido común dentro de la cancha.
Al fin, una les salió al equipo Samurai, cuando a los 45’+1 Okazaki pudo empatar y así se fueron al descanso: 1-1.
Para el complemento, el argentino Pékerman movió el banco, mandó a Carlos Carbonero y James Rodríguez al campo, de esa manera el cafetero recuperó la pelota y obtuvo creatividad.
Los japoneses se enredaban con la pelota y a la hora de definir hacían una de más, por eso Jackson Martínez en dos ocasiones anotó, a los 55′ y 82′; el arquero Ospina, a los 85′ fue sustituido por el veterano Farid Mondragón, a modo de homenaje, ya que este guardameta jugó el Mundial de Estados Unidos, 1994.
Sobre el final, James Rodríguez se mandó una jugada al mejor estilo de Maradona y definió de manera magistral, dejando todo 4-1.
Colombia jugará ante Uruguay el próximo sábado en el Maracaná a las 17:00 horas de Buenos Aires, por octavos de final.
@lostribuneros
