«No hay mal que dure 100 años, ni cuerpo que lo resista» reza el refrán, pero parece que el San Pablo tuvo buen cuerpo porque cortó una verdadera maldición en esta jornada 16 del Brasileirâo, al vencer por 2-1 al Fluminense. Colocaron sal gruesa al costado de la cancha y parece que hizo efecto.
12 partidos llevaba sin vencer el San Pablo, estableciendo un récord negativo, solo que el domingo, por fin, pudo vencer en el Morumbí, ante un público que no decepcionó porque fue en gran cantidad a apoyarlos.
Al San Pablo no le salía una y estaba metido en el ojo de la tormenta, pero cambió la pisada en casa con «ayudita» del más allá. Un hincha colocó sal gruesa en una de las escaleras de acceso al campo de juego, y todo le salió bien a un Santo que parecía maldito.
Una cancha llena de volantes, un juego que comenzó equilibrado y cambios tácticos por parte del entrenador del Fluminense, Vanderlei Luxemburgo, le dieron comienzo al partido. Pese a todo, San Pablo fue estudiando al actual campeón brasileño y pudo dominar las accioens.
Ganso fue uno de los motores del equipo y gracias a él llegó el primer gol del partido; Luis Fabiano a los 27′ recibió un balón de Ganso y puso el 1-0 para el San Pablo.
El Tricolor Paulista se sentía seguro de sí mismo y no se dejó ni sorprender ni doblegar por el Tricolor Carioca. Rogerio Ceni no tuvo mucho trabajo que digamos, al menos, en la primera parte.
La victoria por 1-0 dejaba con cierta tranquilidad a la multitud que apoyaba al San Pablo y, cuando se estaba por bajar la cortina, sorpresivamente llegó el 2-0 por medio de Reinaldo, quien probó rematar de lejos, la pelota rebotó y retornó hacia él, solo que en esta segunda ocasión no perdonó y puso el 2-0.
Autuori, técnico del San Pablo, ni lerdo ni perezoso, metió mano en su equipo, quitando a un volante y colocando en la cancha a un defensor. Ese movimiento casi de ajedrez le sirvió a su equipo que mantuvo un buen equilibrio en la defensa. De contra trataron de aumentar cifras pero Luxemburgo hizo un cambio que le dio mayor dinámica a su equipo y más emoción al juego.
Final abierto hubo, solo que Fluminense tarde se acordó de descontar; Eduardo puso el tanto del honor.
San Pablo rompió su maleficio pero parece que su rival Flu tiene la suya: 8 sin ganar.
@lostribuneros