A partir de la Ley Bosman la brecha entre clubes de fútbol sudamericanos y europeos creció. La FIFA nada pudo hacer porque esto parte desde la Comunidad Europea por causa de las leyes laborales. Ahora, a la mescolanza de nacionalidades en equipos de fútbol del viejo mundo, se le suman los magnates que gastan y gastan dinero de manera ilimitada generando una suerte de élite dentro del mundo del balompié.
Seis equipos son los todopoderosos capaces de comprar lo que deseen, pese al Fair Play Financiero que impuso la FIFA.
Lo cierto es que en éstos últimos diez años ninguno de la media docena de clubes más derrochones, ha podido hacer negocio con sus jugadores, sino que el lucro viene de otras partes.
Manchester City compró por 1652 vendió por 606 millones de euros, tiene un déficit de -1046 millones. PSG le sigue con 1438 millones en compras, 450 en ventas, déficit de 988 millones; Juventus compró por 1578 millones, gastó por 1025 millones y perdió 553 millones; Barcelona, que hoy por hoy la pasa mal en lo económico, invirtió 1535 millones, vendió por 993 millones, teniendo un déficit de 542 millones; Liverpool, puso 1089 millones para comprar, vendió por 660 y perdió 429 millones de euros; Bayern Munich adquirió por 796 millones de euros, vendió por 374 y tuvo un déficit de 422 millones de euros.
El club más prolijo del mercado es el flamante campeón europeo que con este nuevo título cambió, indudablemente la pisada, se trata de Real Madrid que gastó 1098 millones de euros, vendió por 903 y su déficit, comparado con el resto, es el más bajo quedando en 195 millones de euros.
Los inversionistas por lo general son magnates petroleros y consorcios norteamericanos especialistas en béisbol, fútbol americano, y ahora entraron en el negocio del “soccer”.