El club Victoria, actual subcampeón del fútbol de Honduras, la pasa muy mal en lo económico y sus jugadores entraron en huelga reclamando que se les abonen los salarios atrasados. Victoria es uno de los grandes animadores del balompié catracho.
La Prensa. En el Victoria todo sigue igual. Mientras el vecino Vida celebra la donación de 100 mil lempiras que sirven para pagar salarios, los jugadores lecheros mantienen su huelga.
En la Jaiba, desde el lunes, jugadores y cuerpo técnico decidieron no entrenarse como reclamo por sueldos atrasados. A ellos se les debe parte de los salarios del torneo anterior y todos los meses de este año.
“Me deben también y esto no es algo nuevo para mí y va a seguir pasando hasta que no vendan futbolistas y solo esperamos que no lleguemos así en el torneo siguiente”, dijo Héctor Vargas, entrenador del club.
El directivo Daniel Perdomo dijo que hoy se reunirán con todo el plantel para llegar a un acuerdo. El panameño Manuel Mosquera fue tajante al explicar: “No vamos a entrenarnos porque es una decisión de grupo. Esto es una falta de respeto para nosotros y nuestras familias”.
El delantero dijo que, si no les cancelan, no se van a presentar el sábado al juego contra Choloma. “El cuerpo técnico nos apoya y seguimos firmes. Nadie va a jugar con mi plata. Si no me quieren por decir la verdad, que me den el dinero y me voy”.
Se conoció que las deudas del Victoria ascienden a 3.5 millones de lempiras.
Reclamos
Vargas ya ha amenazado con dejar la institución por problemas económicos. Dice que si hubiera actuado como profesional, habría dejado a los lecheros desde que les salvó del descenso.
Asegura que no lo querían porque quizá “no era negocio” para algunos que estaban dentro de la institución. “Me quedé por los que quieren al equipo, por los que aportan una caja de bananos”.
Fuente: La Prensa de Honduras
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