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La violencia en las canchas vuelve a ganar otro partidazo. Esta vez es por Copa Argentina y por cuartos de final. El «Clásico Rosarino» entre Newell’s Old Boys y Rosario Central se jugará en la provincia de Buenos Aires, sin público y día de semana y a la tarde.
La AFA ya falló y la medida que tomó es drástica: fuera de casa y sin gente. Si bien los dos pesos pesados de Rosario se habían puesto de acuerdo, y hasta el propio Newell’s no puso objeción para que se juegue en campo del rival Rosario Central con la condición de que acepten visitantes, las autoridades del fútbol argentino han decidido que se llevará la puja a un lugar lejano.
Para que no haya cruces entre hinchadas, se optó jugar a puertas cerradas en el pequeño estadio de Arsenal, en la localidad de Sarandí, cita en el partido bonaerense de Avellaneda.
El jueves 1º de noviembre, 15:30 horas y sin público, se definirá un pasaje a las semifinales de la Copa Argentina. Atrás quedaron las gestiones con las fuerzas de seguridad de la provincia de Santa Fe y la promesa de AFA de pensarlo.
Cortaron por lo fácil y, una vez más, el perjudicado es el fútbol argentino y la gran vencedora: la violencia.
@lostribuneros
