Por Tribunero.com — Un partido del ascenso amateur de Múnich terminó en escándalo: el duelo entre las segundas del FC Hochbrück y FSV Harthof se suspendió tras una pelea multitudinaria desatada por una decisión del árbitro. Según la policía y la prensa local, hubo ocho heridos (uno trasladado para control) y 11 imputaciones por lesiones peligrosas y agravios; llegaron a intervenir alrededor de 30 personas entre jugadores, auxiliares y público. El tanteador estaba 1–1 cuando el juez dio por terminado el encuentro.
Lo que pasó
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El detonante: un cobro arbitral encendió la mecha; primero empujones y golpes entre futbolistas, luego la invasión de espectadores y personal de campo.
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Balance inmediato: 8 lesionados leves; 11 denunciados por la policía; partido suspendido.
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Tarjetas y caos: reportes consignan cuatro rojas antes del final.
La categoría y las versiones
Medios coinciden en que se jugaba en el fútbol base de Múnich; algunos mencionan B-Klasse (Múnich 2), otros refieren A-Klasse. En todos los casos, coinciden los datos duros: ocho heridos, 11 imputaciones y suspensión por violencia.
Qué viene ahora
El caso quedó en manos de la policía criminal y de los órganos disciplinarios del BFV (federación bávara), que deberán resolver sanciones individuales y el desenlace administrativo del partido (probable derrota por reglamento y multas).
Señales rojas para el amateurismo
El episodio se suma a una cadena de hechos violentos recientes en el fútbol de base alemán (Gelsenkirchen, Baviera), con jueces agredidos, partidos suspendidos y procedimientos penales abiertos. Una tendencia que preocupa y que obliga a reforzar seguridad, educación y tolerancia cero.
Dato Tribunero: el árbitro suspendió con el marcador 1–1, evitando que la gresca escalara aún más. La identificación de todos los involucrados quedó asentada por la policía en el campo