Chile, rival de Argentina: una tradición centenaria

Si se habla de partidos de fútbol entre las selecciones de Chile y Argentina, probablemente los argentinos tienen más en su mente la derrota de la final de la Copa América en 2015. Pero tanto el clásico como la formación trasandina cuentan una historia y una tradición futbolística centenaria, casi paralela, que nace con la llegada del deporte a sus tierras.

Chile, uno de los cuatro fundadores de la CONMEBOL, creó su Federación en 1895, jugando su primer partido internacional justamente contra Argentina en Buenos Aires el 27 de mayo de 1910, con derrota 1-3 en Belgrano Athletic Club. En esa primera ocasión ante la albiceleste, los chilenos formaron con  Givson, Barriga, Hoyl, Hormazábal, Allen, Próspero González, Davidson, Simmons, Campbell, Hamilton y Acuña, mientras los argentinos lo hicieron con Rojo, Gallino, Chiappe, Vernet Amadeo, Grant, Ginocchio, Elías Fernández, Susán, Hayes, Manuel González y Viale. Viale a los 38´, Susán a los 43´ y Hayes a los 68´ marcaron para el local, abriendo Simmons a los 11´, ante 6200 espectadores y, curiosamente, un chileno de árbitro, Armando Bergalli. En 1913 se afilió a la FIFA, y en 1916 dio en nuestro país el puntapié inicial de la Copa América el 2 de julio, en la cancha de Gimnasia y Esgrima, cayendo 0-4 con Uruguay, luego campeón. La roja, dirigida por Carlos Fanta, terminó último de cuatro países.

Esas primeras Copas su mejor tarea la hizo en su suelo, tercero en 1926, 1941 y 1945, hasta que encadenó dos subcampeonatos en 1955 allí y en 1956 en Uruguay. Al mismo tiempo, jugaba los Mundiales, el primero en Uruguay 1930, cuando perdió ante Argentina 1-3 y así quedó afuera de la definición por el título. Su primer triunfo ante su clásico rival llegó el 18 de noviembre de 1959, en Santiago por 4 a 2.

Pero recién para 1962, demostrando que su tierra le sentaba muy bien, consiguió un resultado grande, al ser tercero en su propia Copa del Mundo, con Leonel Sánchez y Eladio Rojas como sus figuras. Un nuevo lapso largo se abrió hasta otro buen trabajo, cuando en 1979 con Caszely Y el “Pato” Yáñez fue finalista de la Copa América ante Paraguay, y en 1987 en Argentina , cuando Pablo Bengoechea y su gol le dieron a Uruguay el campeonato en el Monumental de River Plate. En 1989 vivió su punto más oscuro, porque en la eliminatoria mundialista en el Maracaná ante Brasil, la avivada del arquero Roberto Rojas, fingiendo que una bomba de estruendo lo hizo sangrar, le costó la suspensión para la Copa de Estados Unidos 1994.

Al menos, en 1991, otra vez como organizador de la América, Chile cumplió las expectativas, al luchar con Argentina en la fase final, perdiendo 0-1 y empatando 0-0 ante los de Alfio Basile, luego campeones. Pero salvo un gran 3-2 a Brasil en la de 1993, no volvió a ser protagonista hasta 1999, cuando en Paraguay llegó al cuarto puesto, un año mas tarde de su retorno mundialista en Francia 1998. Y exceptuando su medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Sydney 2000, sus actuaciones internacionales fueron mediocres, incluyendo cambios de entrenador, desórdenes extrafutbolísticos y sanciones a jugadores. Con el arribo de Marcelo Bielsa al banco de suplentes, algo cambió en su historia y el 15 de octubre de 2008 logró una gran victoria ante Argentina, primera en 35 años, cuando con gol de Fabián Orellana le ganó en Santiago por las eliminatorias y provocó la ida de Alfio Basile. Sin éxito en los Mundiales de 2010 y 2014, ni en la América 2011 donde fue marginado por Venezuela, parecía que nunca tendría la oportunidad de dar una vuelta olímpica.

Una nueva chance le llegó en otra Copa que hospedó en junio de 2015. Y con esta generación de grandes jugadores, Arturo Vidal, Alexis Sánchez, Claudio Bravo, Matías Fernández y el liderazgo del argentino Jorge Sampaoli, Chile fue el mejor y levantó el trofeo, su primer regalo en más de 100 años de historia. Es cierto que los árbitros le dieron alguna mano en el camino,pero derrotó a Uruguay, Perú y Argentina y se coronó en el estadio Nacional ante su ruidosa gente. Aquel frío 4 de julio, ante el conjunto de Gerardo Martino, los héroes fueron Bravo;Francisco Silva, Marcelo Díaz, Medel; Isla, Aránguiz, Vidal, Beausejour, Valdivia (Matías Fernández 75´); Alexis Sánchez y Vargas (Henríquez 95´). Fernández, Vidal, Aránguiz y Alexis marcaron sus remates y la roja sonrió de oreja a oreja como nunca antes. Fue el más imborrable capítulo de su larga historia con la albiceleste,que empezó en aquel 1910 en Buenos Aires y comprendió partidos como el 4-2 de 1959, el debut de la era Bilardo con el 2-2 de 1983, un vibrante 3-3 amistoso previo a Estados Unidos 1994, la proeza de 2008 y tan sólo seis triunfos sobre 86 enfrentamientos oficiales. Largas historias al rodar de una pelota, ésa que la generación dorada de esta roja al mando De Juan Antonio Pizzi espera continuar. Y tal vez, como para seguir la costumbre, sea en su estreno en Estados Unidos 2016, el 6 de junio en San Francisco, precisamente  frente a Argentina.

Diego Martín Yamus
diegoanita@hotmail.com.ar

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