Foto by Andreas Rentz/Bongarts/Getty Images)

Chilavert y Bossio, arqueros goleadores de 1996

Siempre es interesante en el fútbol recordar, más si son apostillas y momentos memorables. El de 1996 fue un año de recuerdos de lo más excéntricos. Como que dos arqueros, José Luis Chilavert y Carlos Bossio, fueron noticia no por su desempeño excelente bajo sus tres postes, sino por lo hecho cerca de los tres postes rivales.

Chilavert ya había pasado a la historia con sus goles en Vélez Sársfield, por ejemplo en 1993 de penal en el 1-1 con Estudiantes de La Plata que le dio el título al equipo de Carlos Bianchi, o en 1994 con un formidable tiro libre ante Deportivo Español. Pero ese 1996 fue su momento eterno. El 22 de abril, a los 62 minutos ante River Plate por la fecha 3 del Torneo Clausura, en Liniers, Enzo Francescoli le cometió falta a Raúl Cardozo atrás de la mitad de la cancha. El paraguayo ejecutó rápido el tiro libre, tomó desprevenido a Germán Burgos y marcó un golazo, que inundó a los medios del mundo. Chila diría después un ácido “Burgos estaba cazando pajaritos”. Gracias a su proeza, Vélez ganó 3 a 2.

Pero no fue lo único del polémico arquero, ya que el 16 de junio le hizo dos goles a Carlos Navarro Montoya, uno de tiro libre y otro depenal, para golear al Boca de Maradona 5 a 1, en aquel encuentro con escándalo por el primer gol velezano, donde el 10 fue expulsado y encaró enfurecido a Javier Castrilli ante las cámaras de la TV. Y en el último partido ante Independiente, atajó a Jorge Burruchaga el penal que le permitió empatar 0 a 0 y consagrarse ganador del Torneo Clausura. Así, el “Bulldog” (imagen de su buzo) llevó al Fortín al bicampeonato, ya con Osvaldo Piazza como técnico, de la temporada 1995/1996.

Pero Chilavert no fue el único guardameta goleador. Carlos Bossio, el recordado “Chiquito”, por entonces integrante de Estudiantes y de la Selección de Daniel Passarella, también tenía algo preparado. El 12 de mayo, por la fecha 9, el pincha de Daniel Córdoba  visitó a Racing Club en Avellaneda. La Academia ganaba con gol de Juan Ramón Fleita a los 60 minutos. A los 88, hubo tiro libre para Estudiantes cerca del área y Bossio fue a buscar, algo entonces inusual, hoy más normal. El tiro libre derivó en un córner y Chiquito se quedó en el área con sus compañeros buscando el empate. Marcelo Couceiro tiró de zurda el córner, Bossio anticipó a la defensa y de cabeza venció a Ignacio González para un gol histórico, que hizo explotar a su hinchada (cuando los visitantes podían ir…) y a sus compañeros.

Historias y hazañas de dos grandes arqueros, que un día decidieron amparados en el reglamento involucrarse en el área rival y mover la red. Veinte años después, vale recordar esas anécdotas de café que, con el vértigo actual se pierden, pero que son la esencia que el fútbol necesita para vivir, esa pura esencia del hincha, del choripán, de la bandera. Chilavert y Bossio se la dieron. Y los que amamos el fútbol, agradecidos.

Diego Martín Yamus.
diegoanita@hotmail.com.ar

@lotribuneros

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