El tradicional equipo inglés Chelsea, vigente campeón de Europa, cambió de dueños por una cifra astronómica. Luego de 19 años los Blues dejaron de pertenecer al magnate ruso Roman Abramovich, quien debió vender sus acciones por causa de la guerra entre Rusia y Ucrania donde Gran Bretaña tomó partido en contra de los rusos.
Este hecho obligó al magnate a vender su paquete accionario que fue adquirido por un inversionista deportivo norteamericano, que desembolsará la friolera de 3.100 millones de dólares por la institución que juega en la Premier League.
Como castigo Abramovich no podrá recibir las ganancias del club por lo que su dinero será destinado a una fundación para las víctimas de la guerra de Ucrania.
Chelsea pasó de ser un equipo chico a convertirse en un verdadero éxito gracias al apoyo del millonario ruso. En 19 años ganaron 21 trofeos.