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BAKÚ, AZERBAIYÁN. Champions League. La noche que prometía ser una caminata para el Chelsea se transformó en una pesadilla épica en el caldero del Tofiq Bahramov Stadium. El valiente Qarabag azerí, con una demostración de corazón y puntería quirúrgica, le sacó un 2-2 que se celebra como un título mundial y que deja a los dirigidos por Enzo Maresca temblando y al borde de un ataque de nervios en el Grupo.
El empate, ante un equipo que juega con el cuchillo entre los dientes, enciende las alarmas en Stamford Bridge. Los Blues, con la billetera gorda y la obligación de ser protagonistas, quedan al filo de la cornisa, obligados a ganar sí o sí en casa para no hipotecar su futuro en octavos. ¡Este grupo es una batalla campal!
🤯 ARRANQUE DE K.O. Y DOBLE LESIÓN FATAL
El partido ni siquiera se había calentado y el drama ya le pasaba factura al Chelsea. En un abrir y cerrar de ojos, ¡doble cambio por lesión! 🚑 El eje del mediocampo, Moisés Caicedo y Roméo Lavia, afuera. Minuto 8 y el plan de Maresca, hecho trizas.
En medio del caos, apareció el toque de magia brasileña para maquillar la situación. A los 16′, Andrey Santos sirvió un pase con moño para que Estêvão Willian definiera con la clase de un veterano para el 0-1. Se olía la goleada, el ‘paseo de ricos’ en Bakú. ¡Error fatal!
El Qarabag no tiene nombres rutilantes, pero sí un espíritu indomable. Con un bloque bajo y la velocidad del rayo para la contra, castigó la desorganización Blue. A los 29′, Leandro Andrade, de ‘9’ puro, culminó una jugada a toda velocidad para el 1-1.
Y lo que vino después fue el estallido total. Tras otra transición veloz que expuso a la zaga inglesa, penal que el capitán Marko Jankovic cambió por el 2-1 a los 39′. ¡Remontada de película y delirio absoluto en las tribunas! El Chelsea, en la lona y sin saber qué le pegó.
El Dato que Duele: El Qarabag, con apenas el 39% de posesión y dominado en el juego, se fue al entretiempo con el marcador a su favor gracias a una eficacia espeluznante (xG de 1.63). Fragilidad defensiva, ¿dónde estás, Chelsea?
🇦🇷 GARNACHO, EL RESCATISTA QUE NO PUDO SER HÉROE
Enzo Maresca olió el fuego y no dudó: ¡mano de hierro al vestuario! Para el segundo tiempo, un triple cambio de ataque: Enzo Fernández, Liam Delap y, el hombre que le cambió la cara, Alejandro Garnacho. Mensaje claro: a matar o morir.
El ingreso del ‘Bicho’ argentino fue un sacudón eléctrico. Chelsea se hizo dueño absoluto del campo (61% de posesión y 16 remates totales). La presión alta dio su premio: a los 53′, Garnacho capitalizó una pelota recuperada y sacó un latigazo vital para el 2-2. ¡El empate de la tranquilidad!
Pero a partir de ahí, el Qarabag sacó el overol. El técnico Gurban Gurbanov metió cinco defensores y mediocampistas de marca (entre el 61′ y 75′) para levantar un muro azerí. El Chelsea chocó una y otra vez contra la muralla. El arquero Kochalski, figura excluyente, y el central Medina se transformaron en héroes de la trinchera.
El final fue un festival de centros estériles y faltas tácticas que cortaron el ritmo. El Chelsea se fue masticando bronca. Pudieron dar vuelta el marcador, pero les faltó la chispa del KO.
🚨 ¡A TEMBLAR! LA TABLA NO MIENTE
Este 2-2 para el Chelsea es un empate con sabor a derrota monumental. Las críticas van a llover sobre Maresca por las rotaciones y, sobre todo, por la falta de puntería para cerrar el partido y los errores defensivos de jardín de infantes que costaron los dos goles.
Para el Qarabag, es una gesta histórica. Sacarle un punto a otro gigante y consolidarse como el ‘caballo negro’ del grupo es un orgullo.
¡La tabla arde! Ambos equipos quedan con 7 puntos, fuera de la zona de clasificación directa, pero vivos y coleando. La eficacia y determinación del Qarabag ha complicado, y mucho, el futuro inmediato del Chelsea en la Champions.
La Clave: Chelsea tuvo el poder económico y la posesión. Qarabag tuvo el corazón, la eficacia quirúrgica y la capacidad de sufrir hasta el pitazo final. El punto se queda en Bakú y el dolor se va directo a Londres.
