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El estadio Joâo Havelange, propiedad del Botafogo y apodado «Engenhâo» podría cerrar sus puertas durante algunas semanas dado el pésimo estado del campo de juego.
Desde el cierre por reformas del Maracaná casi todos los equipos de Río de Janeiro se mudaron al estadio de su vecino Botafogo, y ahora el césped de la cancha no soporta tanto ajetreo.
Flamengo, Fluminense y, de vez en cuando Vasco da Gama, se sumaron a la seguidilla de partidos que se encaran en el moderno y coqueto estadio «Engenhâo», pero con tantos partidos seguidos el campo no soportó y ahora la directiva del «fogâo» solicitó el cierre temporal del estadio.
Según la empresa encargada del mantenimiento del campo de juego, el estado de la cancha puede llegar a ser perjudicial para la salud de los futbolistas, quienes pueden recibir algún tipo de lesión grave.
La CBF debe evaluar el pedido del Botafogo y reprogramar varios partidos del Brasileirâo, además tienen que ubicar los partidos alta convocatoria en otras ciudades, o bien, posponerlos.
@lostribuneros
