En un vibrante clásico escocés, el Rangers derrotó al líder Celtic 3-2 en el Celtic Park durante la jornada 30 de la Scottish Premiership. Este resultado marca la primera victoria del Rangers en este estadio desde octubre de 2020.
El partido comenzó con intensidad, y al minuto 4, Nicolas Raskin adelantó al Rangers con un certero cabezazo tras un tiro de esquina. A los 36 minutos, Mohamed Diomande amplió la ventaja con una destacada jugada individual, dejando al Celtic en desventaja de dos goles al finalizar la primera mitad.
En el segundo tiempo, el Celtic mostró una reacción contundente. Daizen Maeda recortó distancias al minuto 55 con un cabezazo preciso, y Reo Hatate igualó el marcador al 74 con un disparo colocado desde el borde del área. Sin embargo, cuando el empate parecía definitivo, Hamza Igamane, quien ingresó como sustituto, anotó el gol de la victoria para el Rangers al minuto 88, culminando un contraataque letal.
Este triunfo es significativo para el entrenador interino del Rangers, Barry Ferguson, quien se convierte en el primer técnico del club en ganar su debut en el Celtic Park desde 1991. A pesar de la derrota, el Celtic mantiene una ventaja de 13 puntos en la cima de la tabla, con ocho partidos restantes en la temporada.
El encuentro no estuvo exento de controversias. Tras el gol de la victoria, Vaclav Cerny del Rangers provocó a los aficionados del Celtic al rociarles agua, lo que desató una reacción airada que requirió la intervención de la policía para controlar la situación. Además, durante una entrevista posterior al partido, el capitán del Rangers, James Tavernier, se vio obligado a disculparse en directo después de que un compañero profiriera una grosería que fue captada por las cámaras de Sky Sports.
A pesar de estos incidentes, el Rangers celebra una victoria crucial que refuerza su confianza de cara al tramo final de la temporada, mientras que el Celtic deberá analizar esta derrota para mantener su liderazgo en la liga.