Uruguay hizo cambios en su almuerzo porque los tocaba jugar a las 13:00, por eso, el cuerpo técnico optó por un suculento desayuno, pero alimentar a una mole como Luis Suárez no es fácil; «Lusito» como lo llaman acá en Brasil, decidió comerse a un rival italiano.
El atacante charrúa le pegó un mordiscón al fastidioso zaguero italaliano Giorgio Chiellini, que lo sacó del partido. El azzurro, visibelemente irritado no paraba de mostrar lo que el jugador uruguayo le hizo.
Ahora, no sabemos si fue por hambre que lo hizo por órdenes de Tabárez «Comételo Luis».
@lostribuneros