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El «Pelusa» Núñez sacó campeón a la séptima de San Miguel de la prestigiosa River Cup, aún siendo despedido del club.
Los chicos de la séptima división del club San Miguel, equipo que milita en la cuarta categoría del fútbol argentino, no tuvieron descanso en estas vacaciones de invierno. Participaron del torneo internacional organizado por River Plate llamado «River Cup», logrando quedarse con el título, el pasado sábado.
Todo era fiesta, alegría y euforia, y agradecimientos para el entrenador Luis «Pelusa» Núñez, quien en marzo fue despedido de San Miguel.
Hernan Accogli es encargado del fútbol del complejo del «Trueno Verde», y es el apuntado por «cerrarle» la puerta en la cara, al técnico campeón.
Tras este despido se destapó una olla; el club, que es intervenido por la justicia desde 2006, no sólo no ayudó a los pibes de la categoría que dio la vuelta olímpica en el Monumental de Núñez, sino que hasta dejó sin trabajo al entrenador en marzo; el club fue sin técnico al torneo, por eso, el «Pelusa» tomó las riendas «ad honorem»; entrenó como pudo a los chicos y les hizo dar la vuelta olímpica.
Entrevistando a gente vinculada al equipo campeón de la River Cup, nos enteramos que la autorización para jugar el campeonato fue dada por los interventores. Los gastos, corrieron por cuenta de los padres y allegados a la institución.
Otras fuentes, nos informaron que, pese a la intervención judicial, siguen las irregularidades en la institución; no hay agua caliente para ducharse luego de las prácticas de las formativas; a partir de este año se les retiró el desayuno antes de cada partido, así como, el lujoso micro de Vía Bariloche que los transportaba y que costaba apenas 60 pesos por chico, fue cambiado por un viejo micro escolar que cuesta $ 50.
Ante este panorama, y con el trofeo logrado en River, el teléfono del «Pelusa» comenzó a sonar, pero su corazón está en el Trueno Verde.
@lostribuneros
