Era febrero de 1989 y estaba en mi querida Curitiba, harto ya de tanto futbol brasileño. Había visto un partido del XV de Piracicaba contra Ponte Preta, o similar y me pintó saber cómo andaban las cosas por Uruguay. Puse la radio en onda corta y logré sintonizar una emisora mexicana que transmitía un partido entre Nacional y no recuerdo si era el Cruz Azul. Fue por una gira que los «trico» hicieron por tierras aztecas.
El relator mexicano y el comentarista hablaban con mucha vehemencia y me dieron la sensación -al principio- de que eran dos sabios del fútbol, hasta que comenzaron a pegarle al equipo tricolor y ahí comenzaron mis carcajadas.
Hubo un acierto: «Nacional, uno de los clubes más grandes de Uruguay junto a Peñarol. Y uno de los grandes de América».
Luego, al entrar el equipo a la cancha explotaron de ira, y más aún luego de la derrota de los nacionalófilos.
«Nacional nos ha faltado el respeto a todos. Nos faltó el respeto desde el vamos. No fueron capaces de traer su casaquilla tradicional y como una falta de respeto se vistieron de blanco, cuando su color característico es azul». Evidentemente este iracundo relator no tenía idea de nada y estaba confundiendo al «bolso» con el Cruzeiro de Belo Horizonte.
«Vinieron a pasear y trajeron un segundo equipo. Dejaron en Montevideo a la mayoría de los jugadores que ganaron la Intercontinental hace dos meses». En verdad habían aprovechado esa gesta para juntar un buen dinero y vendieron a varios futbolistas, y no los «dejaron» en casa para que disfruten des estupendas playas charrúas.
«Se salva que al menos trajeron al gran portero Jorge Serre». Lo de gran guardametas, arquero, golero o portero, jamás lo discutiré, pero que lo hayan llamado «Serre», sí. Su apellido es Seré.
Tras la derrota mandaron a la oncena montevideana a la picadora. Menos mal que por aquellos tiempos no existía la Internet, sino quienes iban a la picadora eran ellos.
Bello recuerdo de burradas que podían pasar tranquilamente porque las comunicaciones no eran lo que son hoy.
Marcelinho Witteczeck
@lostribuneros