BRUJAS, BÉLGICA. Noche de Chamduelo pions. El Jan Breydel fue un puto manicomio. De esos partidos que te dejan sin uñas. El Fútbol Club Barcelona se enfrentó a un Brujas combativo, eléctrico, y se clavó un empate 3-3 que es más amargo que tragar vinagre. ¡Se escapó la victoria y ahora el grupo es una caldera!
BRUJAS BARCELONA CHAMPIONS: EL ARRANQUE FUE UN NOCAUT
El pitazo inicial pareció activar un botón de autodestrucción en la zaga blaugrana. Apenas iban 6 minutos cuando el grito de gol belga reventó el estadio. Nicolò Tresoldi, con más sangre fría que un témpano, fusiló y a cobrar. ¡1-0 y a remar!
Pero ojo, que este Barça, al menos de a ratos, tiene orgullo. Tuvieron que pasar solo dos minutos para que Ferran Torres dijera «aquí no se rinde nadie». Jugadón colectivo, asistencia de un pillo Fermín López, y el 1-1 a la bolsa. Parecía que volvía la calma, pero ¡error!
El partido era un boxeo sin guardia. A los 17′, la defensa culé hizo agua de nuevo. Contragolpe letal, digno de un manual de contras, y Carlos Forbs la mandó a guardar. ¡2-1! El pánico se apoderaba de la retaguardia de Hansi Flick, que esa noche parecía más perdida que Wally.
💎 LAMINE YAMAL: EL ÚNICO LÁTIGO QUE PONE LA CARA
Cuando todo olía a naufragio, apareció la zurda de seda. Lamine Yamal, el «10» (sí, con 17 años y el peso de ese número), se puso el equipo al hombro. Minuto 40. Control, enganche, y un zurdazo al ángulo que fue un misil. El pibe silenció el infierno belga. ¡2-2, al descanso y a rezar!
🎢 EL CALVARIO SIGUE: FORBS Y EL AUTOGOL MILAGROSO
El complemento no trajo paz, sino más drama. La presión del Barça, un concepto que Flick intenta inculcar, brilló por su ausencia. Y el Brujas aprovechó el descontrol. Forbs, que tuvo una noche de ensueño, volvió a golpear a los 63′. Doblete personal y ¡3-2! De nuevo, la sensación de que el barco se hundía.
Pero el fútbol es caprichoso y tiene estas cosas. Al 77′, cuando la derrota ya se mascaba en el ambiente, Lamine Yamal (el que siempre tira del carro) soltó un centro. La mala fortuna, o la mano del destino, hizo que Christos Tzolis metiera la pierna y la pelota terminó besando la red de su propio arco. ¡Autogol! ¡3-3 y empate de milagro!
🗣️ LAS FRASES DEL DRAMA: AUTOCRÍTICA Y DOLOR
El empate deja al Barça segundo con 7 puntos, un resultado que sabe a poco, muy poco. El Brujas sigue vivo con 4 y la pelea por la clasificación está más caliente que nunca.
Hansi Flick no se escondió: «No supimos controlar ni presionar. Fuimos un desastre en varios tramos».
Y Lamine Yamal, el héroe a pesar de todo, confesó su calvario físico (pubalgia), pero fue frontal con el rendimiento del equipo: «Hay que ser autocríticos, no jugamos bien».
CONCLUSIÓN: El Barça volvió a mostrar una cara bipolar. Una pegada brutal arriba que no le alcanza para tapar los boquetes de una defensa que da pesadillas. Un punto que no contenta a nadie, pero que mantiene la ilusión (y la agonía) de la Champions League hasta el final.
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