La afición uruguaya parece haberse cansado del «Maestro» Oscar Washington Tabárez. Da la impresión de que se trata de un ciclo cumplido. Este equipo charrúa va de mal en peor en las Eliminatorias pero viene de arrastre de la Copa América de 2019 a la fecha, pero hay cosas de 1990 que parece que nunca cambiaron.
Si el hincha uruguayo considera que este equipo uruguayo en cuanto a individualidades es el mejor de los últimos 50 años, es que siceramente perdió la memoria. Para la Copa del Mundo de Italia el Maestro Tabárez tuvo a uno de los mejores equipos y no lo supo aprovechar tampoco.
Uno lee redes sociales uruguayas donde lo acusan de «solo citar jugadores de Peñarol» y comienza a hurgar en la memoria y en material de archivo para rememorar aquel Italia ’90.
Ese conjunto no solo tenía grandes figuras sino que venía de ganar la Copa América de Argentina de 1987, de ganar dos Copa Libertadores (1987 con Peñarol y 1988 con Nacional) y una Intercontinental (hoy Mundial de Clubes) en 1988 con Nacional. Además, estaban los «botijas» de Danubio. Esos chiquilines hicieron furor al salir campeones en 1988 con un equipo que tenía un promedio de 20 años de edad, que para 1988 llegaron a la tercera posición en la Copa Libertadores, quedando eliminados en semifinales por Atlético Nacional de Medellín.
Aún así el Maestro tenía sus caprichos. Ruben Paz fue llevado al Mundial jugando en una pierna porque estaba desgastado y arrastraba una lesión que lo tenía mal, sin embargo, lo prefirió en lugar de un Pedro Catalino Pedrucci que estaba en su apogeo. Dejó afuera al «Tito Chico» Gonçalves, un pilar de la defensa de Peñarol, para darle lugar a Daniel Felipe Revelez, de Nacional, que no andaba bien, al igual que Hugo De León que estaba cada vez más lento, más pesado, y cada vez que subía al ataque no bajaba y que River Plate argentino lo había descartado.
Jugadores con experiencia con el «Pato» William Castro, el «Pato» Aguilera, y varios otros que fueron convocados terminaron no siendo utilizados. Para el encuentro ante el local Italia por octavos de final, el planteamiento de Tabárez fue timorato y especulativo. Mucho desorden y rumores de fiestas y problemas disciplinarios en el plantel corrían por las redacciones de Montevideo. Uruguay finalmente perdió 2-0 con la Azzurra, quedando con la «Ñata» contra el vidrio.
El día después fueron duras críticas al manejo de Tabárez del equipo y «al Paco Casal» a quien señalaban como el artífice del fracaso porque le exigía, según denuncias del momento, al técnico que coloque jugadores suyos para venderlos mejor al exterior.
¿Se irá Tabárez o habrá que ver qué pasa?
@lostribuneros