La segunda división del fútbol brasileño terminó también y hubo alegría descontrolada en el nordeste; Fortaleza de Ceará se consagró campeón de la mano de Rogério Ceni y los acompañará el CSA de Alagoas, otro rival nordestino, pero no clásico. Avaí se sumará a su rival Chapecoense que se salvó y Goiás se metió en la Serie A.
Fortaleza de Ceará y Ceará de Fortaleza le pondrán condimento al campeonato brasileño de 2019. Ambos clubes, archirrivales, serán uno de los grandes atractivos porque viven una rivalidad acérrima que conmoverá a la región «nordeste» del gigante sudamericano.
CSA, el otro nordestino que pertenece al estado de Alagoas dos estados al sur, se suma a la élite y será el único representante de su lugar, dejando a sus rivales de CRB mirando la vidriera porque acabaron por debajo de la mitad de la tabla.
Avaí rivalizará con sus paisanos de Chapecoense, ya que este último venció en el Arena Condá 1-0 al Sâo Paulo. Mientras que Goiás es el cuarto en ascender, desplazando a los clubes de San Pablo que por lo general se ganan un lugar en la Serie A. Goiás es del estado de homónimo nombre, que está ubicado en el centro sur.
Descendieron los «Papagayos». Los del estado nordestino Pará, más precisamente de la capital Belém, cayeron para la tercera división tras caer goleados en casa por 2-5 con Atlético Goianiense.
Sampaio Correia de Rondonia, fronteriza con Bolivia, también perdió la categoría luego de perder en Santa Catarina por 2-0 ante Criciuma, aunque fue apenas un resultado estadístico porque habían descendido jornadas atrás.
Juventude de Caxias, Río Grande do Sul -tierra de Grêmio e Inter- se fue también y el último de todos fue el desdichado Boa Esporte, club más antipopular de toda la nación. Pertenece a Varginha, interior del estado de Minas Gerais, y por el regional rivaliza con Atlético Mineiro, América Mineiro y Cruzeiro, por citar a los destacados clubes de la capital Belo Horizonte.
@lostribuneros