Tribunero.com Portal futbolero
La ira contenida de los brasileños se desató durante la disputa de la Copa de las Confederaciones y millares de personas han salido a las calles para protestar contra los fraudes en la construcción de estadios y la falta de infraestructura en la salud y seguridad.
Euronews. Las manifestaciones del pasado jueves por la noche sacaron a la calle a más de un millón de personas.
Río de Janeiro, Sao Paulo, Recife, Brasilia.., un movimiento más allá de los colores políticos, pacífico y festivo en términos generales, difícil de contestar con medidas policiales. y que la semana pasada pareció brotar de la nada.
Este viernes, la presidenta Dilma Rousseff ha celebrado una reunión de emergencia para discutir cómo responder al descontento popular.
La bajada de precios en el transporte público, el origen del conflicto, no ha sido, a todas luces, suficiente.
La furia popular tiene raíces más profundas y ya hay dos personas muertas y decenas de heridos.
“Creo que la gente lo está haciendo realmente bien. La primera fase ha comenzado. Que la gente esté ocupando la calle quiere decir que no somos tan conformistas como todo el mundo se piensa”, dice un ciudadano en Sao Paulo.
“La gente hace bien en reclamar sus derechos, pero sólo hasta cierto punto. Cuando se empieza a destrozar tiendas, se dedica al pillaje, a robar cosas, estos no tiene nada que ver con el movimiento de protesta”, comenta otro.
La corrupción y falta de compromiso social de la clase política es una de las principales acusaciones de la prensa brasileña estos días.
Pese a que en Brasil el fútbol es casi o más que una religión, los manifestantes consideran que el gasto de miles de millones de euros en la organización del Mundial ha desangrado las cuentas de los servicios públicos básicos.
Fuente: Euronews.com
