Brasil fue netamente superior a su rival europeo y se lo llevó por delante, humillándolo gracias a su habilidoso atacante Nishimura que para distinguirse del resto de sus compañeros brasileños se vistió de negro, y fue el mentor del segundo gol de penal que cambió el partido.
La verdeamarela sufría ante unos croatas que estaban para llevarse los tres puntos porque se plantaron y fueron al frente, Neymar cargaba con el equipo al hombro, el pobre Scolari no le encontraba la vuelta a un rival que cerraba espacios, hasta que el crack de apellido japonés, rasgos de japonés, y que hasta habla en japonés, fue derribado en el área y marcó penal… ah, me avisa el editor que esta nota está mal, ya que Nishimura no es un jugador sino un árbitro.
Bue, ya fue, ya la escribí y me llevó tiempo, la hago simple: el referí condicionó el partido de manera descarada y Brasil ganó un partido que no era para ganarlo. Patético. Las demás selecciones van a tener que cuidarse porque este mundial viene muy sucio y la FIFA solo quiere dinero.
@lostribuneros