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El equipo de Brasil volvió al ruedo luego del papelón vivido en su propio Mundial y en Estados Unidos encaró a un rival que les cambió el rumbo: Colombia (Foto: AFP)
Los brasileños luego de obtener un humillante cuarto puesto en su propio mundial, recibiendo 10 goles en dos juegos, volvió a jugar y lo hizo en una amistoso FIFA, en Miami.
Brasil, ahora dirigido por otro gaúcho, Dunga, enfrentó a la selección de Colombia, equipo que fue su rival en los cuartos de final y les dejó un sabor agridulce, porque pudieron superarlo y clasificar, sólo que los cafeteros les dejaron fuera de la competición al crack Neymar al provocarle una seria lesión en la columna.
La canarinha jugó con un equipo renovado en el Sun Life de Miami ante 73.500 aficionados, pero distó mucho de ser el equipo esperado y demostró ser más de lo mismo.
No hubo variación en el equipo brasileño, que fue mezquino y pegó de lo lindo, olvidándose de su esencia basada en el buen trato del balón.
Entre Dunga y Scolari, ambos gaúchos, existe sólo una diferencia: el primero es de Inter y el segundo es de Gremio. Nada más.
El juego acabó con el triunfo de Brasil por 1-0 con un gol anotado de tiro libre por Neymar cerca del final, lo que fue anecdótico. Los brasileños encararon la segunda etapa con un hombre de más, ya que Cuadrado fue expulsado por juego brusco sobre Neymar a los 5′.
En líneas generales Brasil pegó a diestra y siniestra con total impunidad, ya que el referí canadiense Dave Gantar les dio carta blanca, agarrándosela sólo con los cafeteros.
Se avizora una racha de resultados adversos para los brasileños por un pésimo manejo directriz.
@lostribuneros
